Los hoteles de la ciudad de Nueva York, ante dificultades para navegar la economía pandémica, están haciendo todo lo posible para impulsar sus negocios. Para el NoMo Soho, eso significa ofrecer sus habitaciones a trabajadores confinados en sus casas.
La propiedad ofrece habitaciones con escritorios, refrigerios, wifi y “vistas de Manhattan que seguramente mejorarán el telón de fondo de sus reuniones virtuales”. El costo de las oficinas temporales comienza por US$89 para cuatro horas.
“Estamos tratando de ver cuál será la nueva demanda”, dijo Amir Richulsky, director ejecutivo de Sapir Corp., compañía propietaria del hotel. “Los trabajadores de oficina necesitan más espacio, distanciamiento social y estamos tratando de estar ahí, por delante de la curva”.
La pandemia ha afectado a la industria hotelera de Nueva York, arrastrando las tasas de ocupación a un mínimo de hasta el 15%.
Si bien algunos estadounidenses han comenzado a viajar nuevamente, particularmente a destinos a una distancia razonable de sus hogares en automóvil, el mercado de alojamiento de Nueva York depende de viajes corporativos y visitas internacionales. Las perspectivas de una larga recuperación han llevado a algunos propietarios a considerar nuevos usos, como conversión de hoteles a edificios de oficinas o viviendas asequibles.
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El Roger Smith Hotel, al norte de Grand Central Terminal, recientemente llegó a un acuerdo de alquiler de espacio para eventos a una compañía de marketing digital que lo utilizará como oficina, según John Knowles, director de espacios públicos en la propiedad.
“Su renta de Soho es actualmente el doble de lo que podemos ofrecerles”, dijo. “Podría haber interés de empresas que están rebajando o reduciendo el tamaño de sus oficinas”.