Una tragedia sacudió este lunes el estado de Pensilvania, en el noreste de Estados Unidos, cuando una explosión en la planta siderúrgica US Steel Clairton Coke Works provocó la muerte de dos trabajadores y dejó diez heridos.
El incidente se produjo cerca de las 11 de la mañana en las "baterías de hornos de (carbón) de coque" y generó una gran columna de humo negro visible a varios kilómetros. La empresa y la policía del condado de Allegheny informaron que dos personas fueron encontradas muertas. Diez personas fueron trasladadas a hospitales, una de ellas había sido reportada como desaparecida.
En el momento del estallido, unas 1.300 personas trabajaban en la planta, ubicada a 25 kilómetros de Pittsburgh. La planta sufrió daños severos y quedó fuera de servicio en dos de sus baterías, aunque mantuvo parte de la producción.

"Nuestra máxima prioridad es la seguridad y el bienestar de nuestros empleados y el medio ambiente. Estamos colaborando estrechamente con las autoridades pertinentes para investigar la causa del incidente", agregó el escrito de la siderúrgica. Equipos de emergencia llegaron rápidamente al lugar y trabajaron para rescatar a posibles atrapados y asegurar la zona, mientras las autoridades pedían a los vecinos mantenerse alejados.
Testigos describieron el impacto como “un trueno” que sacudió el edificio y el andamio. Zachary Buday, un trabajador de la construcción que se encontraba cerca, contó que sintió la explosión en el pecho y supo inmediatamente que algo malo había pasado.

En una conferencia de prensa, el director de fabricación de US Steel, Scott Buckiso, destacó la labor de los empleados que entraron a rescatar a compañeros y cerrar los gases para estabilizar el sitio. La empresa, ahora subsidiaria de la japonesa Nippon Steel Corp., colabora con las autoridades en la investigación de la causa del siniestro.
La planta, una instalación industrial masiva a orillas del río Monongahela, al sur de Pittsburgh, se considera la mayor operación de coque en Norteamérica y es una de las cuatro principales plantas de US Steel en Pensilvania.
Allí, se convierte el carbón en coque, un combustible sólido y poroso que se obtiene de la calcinación de ciertos tipos de carbón mineral y es un componente clave en el proceso de fabricación del acero. Para fabricarlo, el carbón se calienta en hornos especiales durante horas a altas temperaturas para eliminar impurezas que podrían debilitar el acero. El proceso crea lo que se conoce como gas de coque, una mezcla letal de metano, dióxido de carbono y monóxido de carbono.
En un principio, el Departamento de Salud del Condado de Allegheny emitió una advertencia para los residentes que vivieran a 1 milla (1,6 kilómetros) de la planta que permanecieran en el interior y cerraran todas las ventanas y puertas. Pero luego la levantó ya que sus monitores no habían detectado niveles de hollín ni dióxido de azufre por encima de los estándares federales. De todas maneras, en el aire quedó un leve olor y mucha preocupación.
LT