CICLO DE ENTREVISTAS
Perfil Educación

Ricardo López Murphy: “¿Cómo puede ser que Cirio le pida a Insaurralde 50 millones, si siempre fue funcionario?”

El diputado de Juntos por el Cambio participó del Ciclo de Entrevistas organizado por la Escuela de Comunicación de Perfil. Las denuncias de corrupción por Chocolate Rigau. Críticas a las decisiones de Massa. Y las posibilidades de Bullrich.

Ricardo Lopez Murphy en el Ciclo de Entrevistas de la Escuela Perfil
Ricardo Lopez Murphy en en el Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación Perfil | Helena Obregon

Ricardo López Murphy participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, en la que se mostró contrario a la liberación del puntero peronista Chocolate Rigau. "El buen lío que tengo ahora con el problema de Chocolate. Por Chocolate, tengo a toda la clase política jorobándome para que me calle”, sostuvo.

El economista también cuestionó las medidas tomadas por el ministro de Economía, Sergio Massa y mostró su apoyo a la candidatura presidencial de Patricia Bullrich. “Yo creo que ella es una persona que conoce profundamente el Estado. Hay pocos diputados o líderes políticos que hayan tenido una exposición tan grande, eso requiere mucha inteligencia”, sostuvo López Murhpy en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—¿Usted coincide con los que sostienen que Patricia Bullrich se muestra débil cuanto tiene que hablar de sus propuestas económicas?

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Yo creo que ella es una persona que conoce profundamente el Estado. Ella ha sido ministra de Trabajo, de Seguridad Social y de Seguridad. Eso implica mucha inteligencia. Ha sido dos veces diputada nacional. Hay pocos diputados, o líderes políticos, que tienen una exposición tan grande. Por ejemplo, el desastre que hizo Kicillof con la compra de YPF. La diputada que hace el contrainforme es ella. Si yo hubiera estado hubiera explotado mucho más eso, hubiera dicho acá está la seriedad y acá está el desastre. Mi campaña la hubiera hecho más sobre esa regla.

—¿Qué debe mejorar Bullrich para ganar las elecciones?

—Siempre uno puede hacer las cosas mejor. En mi opinión, yo me concentraría más en mis características y propuestas que en el intercambio con los candidatos, que reconozco tiene más spice, sal y pimienta que lo que tiene mi estilo de tratar de ser pedagógico. Por ejemplo, mi forma de ser es tomar cada tema, explicar por qué. En una época se divertían diciendo que yo era el libro gordo de Petete. Y ese estilo, que es mío, yo creo que sería muy fecundo que se usará en la campaña, pero las campañas modernas dependen más de golpes de efecto. Uno tiene que llamar la atención y a veces eso no resulta fácil por la densidad de sus propuestas, sino por un golpe de efecto, un grito. Aún así, reconozco que los jefes de campaña, los estrategas, creen poco en el mensaje hacia la racionalidad. Creen que la elección es un tema de emocionalidad y en consecuencia no le dan importancia a eso.

—¿Usted ve que hay riesgo de hiperinflación?

Están dadas todas las condiciones para que eso ocurra. No hay reservas internacionales, la velocidad del dinero es el problema más grave porque está subiendo fuertemente y tenemos un déficit enorme entre el Banco Central y el Tesoro. La combinación de las tres cosas es exactamente lo que se necesita. Estamos haciendo locuras. Eso yo creo que es el broche final de un gobierno que no ha tenido un norte, que no conocía los problemas y no estaba en condiciones de proveer gobernabilidad, ni estaba en aptitud de entender los dramas que tiene la Argentina. Cuándo Alberto Fernández decía que con los intereses de las Leliqs le iba a pagar a los jubilados, terminamos pagando 2 billones de intereses todos los meses. ¿Eso por qué lo decía? ¿Lo decía de malo, de sinvergüenza? Yo creo que Alberto lo decía de ignorante. Llegan a los cargos y a tomar decisiones gente que no tiene idea de lo que habla. Ese es un tema muy delicado. Tengo un cuento buenísimo. En febrero del 2002 el gobierno de Japón me invita a hacer una visita, me llevaron a todos los institutos de reflexión, de la defensa, de la inteligencia, del Banco Central, del Ministerio de Hacienda. Y en uno de los lugares siempre me hacían dar conferencias. Esa era la contraparte. Y en una de ellas, Argentina había decretado el default. Y los profesores, los directores del instituto me decían ¿cuánta gente se ha suicidado? Y yo decía, si estos supieran que festejaban el default. Es decir, ellos consideraban una falta inaceptable que alguien no pudiera pagar lo que debía. Y los nuestros festejaban.

Ricardo Lopez Murphy en el Ciclo de Entrevistas de la Escuela Perfil
Ricardo López Murphy en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación.

—Cada vez que hay una elección, en un momento tan difícil de la economía, se produce una fuerte devaluación. ¿Usted teme que eso ocurra en las próximas semanas?

No, pero eso no es necesario. ¿Por qué no ocurre en Uruguay y en los otros países? Yo creo que eso es un problema de manejo. En México ocurría al fin de cada sexenio. Hasta que hicieron una gobernanza del Ministerio de Hacienda y del Banco Central que se acabó. El Banco Central de México está pendiente y sigue el protocolo. La ortodoxia en medicina es seguir el protocolo. ¿Por qué nosotros no podemos ser ortodoxos en economía y dejarnos de jorobar?

—¿Qué opina de la gestión económica de Sergio Massa?

Creo que acá tenemos una falla institucional. Los ministros no pueden ser candidatos. Y creo que la gestión de él ha sido una gestión desastrosa, pero sobre todo informada por su obsesión electoral. Y este hecho de que él sea ministro y candidato y todos los días aparezca con una medida nueva para ver cómo mejora sus chances electorales, me parece una catástrofe, y va a dejar un muerto muy grande. No estoy haciendo un insulto o una agresión. Estoy describiendo. Estoy diciendo algo que lo vemos todos los días. Mire, él manda el presupuesto el viernes 15 de septiembre. El 19 de septiembre manda una reforma totalmente contraria a lo que dice el presupuesto. Entonces, ¿cuál es la lectura? ¿Cuál es la visión estratégica que tiene? Él se burla de nosotros, de los diputados, de los senadores, presentándonos un proyecto que no admite el menor análisis. Y yo creo que él no tiene la menor seriedad para encarar estos temas. Es como si yo pensara que mañana chocan los planetas. Entonces, tengo que hacer todo hoy.

—En un hipotético ballotage entre Javier Milei y Massa, ¿usted a quién votaría?

Vamos a llegar nosotros. Si no llegáramos nosotros, la formación política con más cuadros, más preparada, con los mejores equipos, sería una señal estremecedora, ni la quiero pensar; yo, como Sócrates, tengo una noción de mi ignorancia. ¿Por qué arrasamos en las provincias y por qué no tuvimos una elección nacional correlativa? Es un gran misterio para nosotros. ¿Qué es lo que hacemos muy bien en los gobiernos locales y provinciales y hacemos mal a nivel nacional?

—¿Porque está Milei como candidato nacional?

Puede ser, pero, ¿por qué ninguno de sus cuadros atrae? ¿Cómo es la racionalidad de la gente que vota ahí?

—¿Y qué se responde?

Es incomprensible. ¿Usted sabe por qué no llegué a presidente? Por ser excesivamente racionalista. Lo digo sin arrogancia. Yo era mucho más preparado que todos los cuadros de mi generación. Y, sin embargo, no llegué. Hace 50 años que estoy en primera línea, el hecho de esto revela algo. Ahora, a su vez, ¿Por qué no prevalecí? Cuando es muy notorio en los debates que conozco los problemas y los demás no. Es algo que a mí me llama la atención. No lo he podido resolver. Por eso no soy candidato de nuevo.

—¿Dónde se ve, en un hipotético gobierno de Bullrich?

Yo creo que el poder no puede ser loteado. El resultado de las elecciones le va a crear a la futura presidenta una circunstancia que ella tiene que valorar y apreciar. Si ella lotea al gobierno, pierde toda capacidad de negociación. Va a tener que armar una coalición, salvo que ocurra un milagro y saquemos el 50% de los votos, va a tener que armar una coalición más amplia.

—¿Está de acuerdo con lo que propone Carlos Melconian?

—Sí, es un cuadro muy preparado. Pero el punto no es ese, sino que probablemente hubo un debate que se exageró en la Argentina y que no es un problema importante, que es este de: ¿Cómo determinamos el sistema monetario? Lo vamos a determinar después de que arreglemos el lío fiscal. Si no arreglamos el lío fiscal, no hay sistema monetario que funcione. En el Parlamento, cuando estoy sentado en el pleno, reparten recursos como si tuvieran bolsillos de payasos.

—Tanto con Motosierra como con Bisturí, lo que se viene son gobiernos de austeridad. ¿Usted cree que la sociedad argentina va a soportar el ajuste?

—Argentina no tiene un problema de ajuste agregado. Nosotros tenemos un problema interno, tenemos un sector público desbordado y un sector privado súper ajustado. Entonces lo que hay que sacarle es el peso al sector privado y normalizar el sector público. No tiene que haber un ajuste global, sino reemplazar con inversión privada, exportaciones y empleo privado el déficit público, eso es lo que se tiene que hacer. Estamos ante un sobreajuste feroz, como es el impuesto a las ganancias. Usted se imagina que personas de clase media para arriba, los saldos del efectivo que tienen son muy pocos de su patrimonio. En cambio, el que cobra una quincena o hace changas, el grueso de su patrimonio es el dinero en efectivo, entonces más está ahí. Yo creo que una normalización va a ser muy favorable para los sectores más vulnerables, por esas circunstancias que usted tiene, un exceso de impuesto inflacionario.

—A usted le le tocó hace un tiempo encabezar un ajuste y no tuvo éxito. ¿Cuál es su lectura de ese momento?

—Y una de las cosas que más se me critica es por qué duré tan poco. Yo había venido de ser un año y medio ministro de Defensa. En realidad lo que se me critica es lo que yo veo como mi mayor virtud. Pero yo no escucho que en un quirófano se haga una cosa distinta a lo que dice el protocolo. Yo prefiero hacer el protocolo. Si me quieren apartar del protocolo yo no intervengo. El protocolo dice que tengo que hacer esto. Yo siempre me manejé de esa manera. Por ejemplo, el buen lío que tengo ahora con el problema de Chocolate. Por Chocolate tengo a toda la clase política jorobándome para que me calle.

—¿Por qué?

Porque ese es un problema grave que tenemos, pero yo no lo veo como un problema de moral pública, como lo ve la gente. Yo lo veo como un problema de seguridad nacional. Yo creo que la corrupción hace que nuestras élites sean frágiles. Y sobre esa fragilidad y sobre esa debilidad y falta de robustez, el crimen organizado puede penetrar y ahí vamos a tener un problema mucho más grande. Quiero hacer un Nüremberg de la corrupción con reglas muy severas, a la Singapur o a las nórdicas. En Uruguay, sacaron a un vicepresidente de la República porque fue con la tarjeta de crédito de la vicepresidencia y se compró cosméticos en el free shop. ¿Usted se da cuenta? Acá tenemos tipos que roban abiertamente o casos que son imposibles de explicar. ¿Cómo puede ser que Jesica Cirio le pida a Insaurralde 50 millones, si siempre fue funcionario público? Nadie quiere que hablemos de ese tema. Dicen que no hay que meterse en los temas personales. Pero ¿cómo no va a ser personal? (Nota de Redacción: la entrevista se hizo antes de que se difundieran fotos de Insaurralde en Marbella) Le voy a hacer una confesión. Yo soy un elemento muy molesto con el sistema público argentino y estoy muy orgulloso de serlo.

—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas y le damos la oportunidad de cerrar con un comentario final.

Si actuamos correctamente, soy optimista. Nosotros tenemos los materiales del siglo veintiuno: las tierras, el litio, el cobre, la energía, los alimentos, la capacidad de generar la economía del conocimiento; una manufactura hoy muy competitiva. Hemos producido una mejora en ella, nuestros medicamentos son de los mejores del mundo; o sea, tenemos una gran capacidad. Si esa capacidad la encauzamos en un orden y hacemos las reformas de organización laboral que necesitamos para generar empleo, nosotros vamos a tener una expansión espectacular. Miren el mundo, están combatiendo. Estamos en una zona donde debería haber una migración masiva hacia acá, a venir a desarrollarse; ¿Por qué no ocurre? Patricia diría que es por que están los K. En alguna forma es una simplificación, pero tenemos un régimen que es anormal, no se ajusta a ningún patrón razonable. Que tengamos a la vicepresidenta con los juicios que tiene, con los problemas probados, no estamos hablando de cosas que no se han probado, está todo probado. ¿Y por qué la gente vota eso? Es la incógnita de por qué no tenemos los mismos votos a nivel provincial y a nivel nacional.

Por Federico Haehnel, Brenda Martinez Garcia y Fernando Romano
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación

Escuela de Comunicación del Grupo Perfil