Jeremías tiene 3 años y nació en Posadas con sólo la mitad de su corazón, una de las cardiopatías congénitas más graves, llamada síndrome de corazón izquierdo hipoplásico. Tras ser operado dos veces, ahora espera una tercera intervención en el Hospital Sor María Ludovica, de La Plata. Como él, ocho de cada mil bebés nacen al año en Argentina con alguna cardiopatía congénita, y el 25% necesita ser intervenido antes del primer año de vida. Según cifras del Ministerio de Salud de la Nación, en los últimos cuatro años se realizaron con éxito 6.892 operaciones.
Hoy, en el día internacional de este tipo de enfermedades, distintas ONGs juntan firmas para que por ley sean obligatorios dos métodos de detección temprana de las cardiopatías: la oximetría de pulso y la ecocardiografía fetal. Desde Entre Ríos, Aline Lonardi, quien nació con una cardiopatía congénita conocida como tetralogía de Fallot, armó una petición en la página web Change.org con la iniciativa de incorporar la oximetría de pulso como parte de la pesquisa neonatal. “El proyecto de ley estaba archivado, y al poco tiempo de que armé la petición se retomó en Diputados. Está aprobado en Cámara baja; ya ingresó en el Senado, pero ahora necesitamos que no pierda estado parlamentario”, explicó.
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El estudio debe realizarse luego de las primeras horas de vida y, preferentemente, antes del alta hospitalaria. “El oxímetro de pulso mide la saturación de oxígeno de la sangre a través de luz infrarroja. Se coloca una pinza en los deditos del bebé para detectar si hay alguna diferencia de saturación. Los valores normales oscilan entre 95 y 100%, y si se dan por debajo del 95% se realiza un electrocardiograma o una placa de tórax para anticipar si se trata de alguna cardiopatía congénita”, detalló Claudia Pedraza, jefa de sala de Terapia Intensiva Cardiovascular del hospital Sor María Ludovica. “Dura sólo cinco minutos, no hay que sacarle sangre ni tampoco es invasivo”, agregó. Por su parte, la Fundación de Ayuda al Corazón Enfermo (FundaCore) junta firmas para otro proyecto de ley. Este propone que sea de carácter obligatorio la ecografía cardíaca fetal durante las semanas 18 y 22. “Permitirá tener un diagnóstico precoz de la cardiopatía, evitar descompensaciones del bebé y que las familias se anticipen y estén en contacto con el centro donde el bebé podrá ser operado”, concluyó Pedraza.
