CIENCIA
preocupacion de medicos oftalmologos

Advierten una epidemia de miopía en jóvenes por el abuso de pantallas y la menor luz solar

Cada vez hay más niños y adolescentes cortos de vista. El uso excesivo de dispositivos tecnológicos y las escasas actividades al aire libre serían las causas del fenómeno. Galería de fotos

Alarma. Crecieron las consultas por miopía entre un 25 y 30% y cada vez son pacientes más jóvenes.
| Cedoc

Se sientan muy cerca del pizarrón, escriben prácticamente pegados a la hoja y para ver el número de la línea del colectivo o leer los subtítulos de una película “achican” los ojos. En el mundo, y también en Argentina, cada vez son más los jóvenes que tienen miopía (vista corta), defecto de la visión que no permite ver los objetos lejanos claramente, pero sí aquellos cercanos.

No pasar suficiente tiempo al aire libre y el uso abusivo de dispositivos tecnológicos serían las causas que están provocando un incremento de las alteraciones visuales. Los médicos oftalmólogos consultados por PERFIL advirtieron que en los últimos años aumentaron las consultas para corregir este vicio de refracción en niños y adolescentes.

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También en el mundo la cantidad de casos de miopía  no para de crecer, lo que hace que algunos especialistas ya hablen de “epidemia”. Históricamente la prevalencia mundial era de menos del 20% de la población, pero hoy en día la mitad de los adolescentes y jóvenes adultos de Estados Unidos y Europa son miopes, mientras que en el sudeste asiático como Taiwán, Singapur o Korea las cifras casi llegan al 90%.

En Argentina, hay algunas estadísticas: según un estudio realizado por la Fundación Ver en la ciudad de Villa María, Córdoba, a más de 600 adultos, la prevalencia fue del 13,5%. Y en otro, en el que se observó a oficinistas de Buenos Aires de  entre 25 y 65 años, casi el 30% tenían este defecto de visión”, explicó Rafael Iribarren, oftalmólogo y uno de los que coordinó este estudio.

Fatiga visual. El ojo miope presenta una longitud óptica superior a la normal, es por esto que cuando los rayos de luz entran al ojo se enfocan incorrectamente por delante de la retina y no directamente en ella. Tener la visión borrosa o sentir la necesidad de entrecerrar los ojos para poder ver mejor de lejos son unos de los principales síntomas.

“En los últimos años crecieron las consultas por miopía entre un 25 y 30% y se están tratando pacientes cada vez más jóvenes. Entre los diagnósticos, hay un  porcentaje bajo que son heredo-familiares, pero la mayoría son por cambio de hábitos. Manejarse en ambientes más cerrados y estar menos tiempo al aire libre, son una de las principales razones de este aumento”, sostuvo Alejandro Coussio, oftalmólogo y presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología.

También la exposición constante a las pantallas de smartphones, tabletas, TV y PC’s podría incidir. “Los casos de miopía en el país están teniendo un crecimiento y esto puede deberse al uso constante de computadoras y dispositivos móviles como smartphones y tabletas”, opinó Alejandro Aguilar, presidente honorario de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular.

De hecho, según un reciente informe del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral  de los Estados Unidos, el 90% de las personas que pasan más de tres horas al día utilizando dispositivos tecnológicos desarrollan un síndrome de fatiga visual. Este daño es aún mayor entre los más jóvenes. Para 2020, más del 30% de los niños y adolescentes serán miopes debido al abuso de estas tecnologías.

Según el grado de miopía, el oftalmólogo determina cuál es el mejor tratamiento a seguir. “En algunos casos se aconseja la corrección óptica con anteojos o lentes de contacto mientras que en otros se recomienda la cirugía correctiva con láser”, explicó Nicolás Fernández Meijide, jefe de la sección Córnea y Cirugía Refractiva, del servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires. Para detectarla a tiempo y poder corregirla, los especialistas recomiendan realizarse un control oftalmológico anual. Y para prevenirla una ecuación sencilla: pasar menos tiempo encerrados frente a una pantalla y más al aire libre.

El ojo seco, común entre oficinistas

El síndrome del ojo seco, es una de las consultas más frecuentes que reciben los oftalmólogos en su consultorio. Se llama así por la pérdida o reducción de la capacidad del ojo para producir lágrimas normales. Es por esto que cada vez es más usual que la gente recurra al uso de lágrimas artificiales. “El 60% de las consultas que recibo tienen algún síntoma del ojo seco como enrojecimiento ocular, irritación, ardor u ojos llorosos”, reconoció Alejandro Aguilar, presidente honorario de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular.

Según Alejandro Coussio, oftalmólogo y presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología, el aumento de los casos se debe a “factores ambientales del clima y contaminación de las grandes ciudades y también el hecho de estar en espacios secos con mucha calefacción o aire acondicionado”. Además, por el uso constante de la tecnología “ya que al fijar la atención con las pantallas el ojo parpadea menos y se mantiene abierto por más tiempo de lo normal”, advirtió.

Los especialistas recomiendan mantenerse trabajando a la distancia del brazo: si se tiene una PC de escritorio, se debe intentar colocar el monitor a 63 centímetros de distancia de la cara. También descansar los ojos cada 20 minutos, mirando un objeto a seis metros de distancia durante 20 segundos para que los ojos se relajen. En invierno, la calefacción puede secar aún más los ojos. Es conveniente contar con un humidificador en el escritorio y mantener lágrimas artificiales a mano para ayudar a lubricar los ojos.