El phubbing –usar el celular e ignorar a la persona con la que se está hablando– y sus consecuencias es un fenómeno que ya está llegando en forma cada vez más frecuente a los consultorios. Y lo que se nota es que dificulta mucho las relaciones sociales, especialmente entre los adolescentes y los adultos jóvenes que se comunican mucho en forma virtual, pero que carecen de algunas habilidades sociales que sirven para relacionarse cara a cara con el otro y no están “entrenados” para, por ejemplo, sostener una mirada o la forma de decir ciertas cosas.
Estas situaciones pueden desembocar en problemas de pareja. Por ejemplo, el phubbing repetido puede generar en el otro ansiedad y fobia social. Algo que a la vez puede ser la causa de sintomatología física y hasta de una depresión.
El abuso de las tecnologías relacionadas con la comunicación también puede crear otras situaciones complejas, como una vida sexual menos intensa. La razón es simple: en las relaciones con phubbing, la práctica sexual disminuye porque cuando ambos llegan a la cama la actividad central se ubica en chequear el smartphone hasta que llega el sueño. Lo bueno es que frente al phubbing y otras patologías relacionadas con trastornos de ansiedad los pacientes pueden acceder a opciones de tratamiento efectivas como, por ejemplo, las terapias cognitivas conductuales
* Psicóloga. Directora del Centro Especializado en Estudio de Trastornos de Ansiedad (Ceeta).
