Zonas cercanas al núcleo de nuestro planeta podrían contener restos provenientes de la Tierra primitiva, según la revista científica Nature Geoscience.
La publicación sugiere que las estructuras existentes, de velocidad ultrabaja y situadas entre el manto y el núcleo del planeta, pudieron haber surgido de los mismos eventos que procedieron la formación de la Tierra.
Estas zonas de velocidad ultrabaja son mejor conocidas por sus siglas en inglés (ULVZ, que significa Ultra Low Velocity Zones). Según los últimos hallazgos, la estructura interna de las ULVZ es semejante con el origen del océano de magma basal y que inicialmente eran las regiones exteriores de la Tierra.
La investigación fue dirigida por el Dr. Surya Pachhai de la Universidad de Utah e involucró a participantes internacionales, entre ellos científicos de la Universidad Nacional de Australia (ANU).
Según el comunicado de prensa de la universidad, el equipo científico utilizó ondas sísmicas modeladas por computadora para examinar las ULVZ debajo del Mar del Coral entre Australia y Nueva Zelanda. Esta área fue seleccionada debido a la alta frecuencia de terremotos y las ondas sísmicas que desencadenan estos eventos.
Según el Dr. Pachhai, este tipo de ULVZ “se puede explicar por las heterogeneidades químicas creadas al comienzo de la historia de la Tierra y que todavía no están bien mezcladas después de 4.500 millones de años de convección del manto", dijo.
El profesor de la ANU, Hrvoje Tkalcic, describió los hallazgos como un "avance significativo" que desbloquea "no solo una pista sobre cómo se formó la Tierra primitiva, sino que confirmó que las ULVZ son grupos de restos de este proceso que son prácticamente los mismos que hace miles de millones de años".
¿Qué son las zonas de velocidad ultrabaja?
Las ULVZ se caracterizan por ser estructuras que ralentizan el paso de ondas sísmicas, fenómeno que lleva varios años siendo estudiado por la comunidad de científicos. Suelen encontrase debajo del Pacífico central y África, sobre el núcleo exterior de la Tierra.
Investigaciones realizadas en la década de 1990 muestran que las ondas sísmicas se ralentizan hasta en un 50 por ciento a medida que atraviesan áreas entre el manto y el núcleo de la Tierra.
NM/ ds