Una investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Guelph, en Canadá, llegó a la conclusión de que comer con frecuencia mariscos y pescados puede reducir el riesgo de desarrollar problemas de audición hasta en un 20 por ciento.
Según sugiere el estudio, cuyos hallazgos fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición, consumir niveles más altos de omega-3 –que se encuentra en los pescados grasos– puede ayudar a reducir la posibilidad de experimentar dificultad para oír a medida que las personas envejecen.
Los investigadores analizaron datos sobre el estado auditivo y los niveles del ácido docosahexaenoico (DHA) del ácido graso omega-3 en la sangre de más de 100 mil personas.
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Al hacerlo, descubrieron que las personas que tenían una mayor cantidad de DHA en sangre tenían un 16 por ciento menos de probabilidades de decir que tenían dificultad para oír, en comparación con las que tenían la menor cantidad.
Asimismo, también tenían un 11 por ciento menos de probabilidades de decir que tenían dificultades para seguir conversaciones cuando había ruido de fondo.
Los hallazgos, señalaron los especialistas, se suman a una creciente cantidad de evidencia que remarca la importancia de los ácidos grasos omega-3, incluido el DHA en particular. Consideran que estos ácidos pueden ayudar a proteger la salud de las células en el oído interno o a aliviar las respuestas inflamatorias a ruidos fuertes, productos químicos o infecciones.
Al tener el cuerpo una capacidad limitada para producir DHA, la cantidad que se encuentra en nuestra sangre y tejidos depende en gran medida de la ingesta de alimentos o suplementos que tengan omega-3.
Los niveles se pueden aumentar consumiendo regularmente pescados y mariscos como el salmón, la caballa o las sardinas, o tomando suplementos dietéticos.
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El papel fundamental del DHA en la audición
Estudios anteriores llevados a cabo con adultos mayores y en animales también apuntan a que los niveles más altos de omega-3 están inversamente relacionados y pueden proteger contra la pérdida de audición asociada a la edad.
Al respecto, el Dr. Michael McBurney, quien dirigió el estudio, explicó a The Daily Mail: "Anteriormente se ha encontrado que los niveles más altos de DHA están asociados con un menor riesgo de enfermedad cardíaca, deterioro cognitivo y muerte".
"Nuestro estudio amplía estos hallazgos para sugerir un papel del DHA en el mantenimiento de la función auditiva y ayudar a reducir el riesgo de pérdida auditiva relacionada con la edad", agregó el especialista.
En el Reino Unido, por caso, se estima que hay alrededor de 11 millones de personas con pérdida auditiva, que puede variar de leve a profunda. Esto afecta a uno de cada seis adultos, lo que la convierte en la segunda discapacidad más común, y se espera que las cifras aumenten a medida que la población envejezca en las próximas décadas.
ag / ds