Mentras muchos no saben qué hacer con la basura que desborda Buenos Aires, el espacio exterior ofrece una imagen que no dista demasiado de la que ofrecen algunas zonas de la Capital y el territorio bonaerense, con más de 12.000 desechos rodeando la circunferencia terrestre.
Así lo permite comprobar la impresionante simulación generada por la Agencia Espacial Europea (ESA), mediante un programa que permite apreciar aquellos residuos que giran en torno al planeta y que por su tamaño pueden ser rastreados desde la Tierra.
Su cálculo le permitió arribar al número mencionado de 12.000 piezas en desuso diseminadas por el espacio sideral, de los que 11.500 son satélites militares, comerciales o científicos ubicados a una altitud de entre 800 y 1.500 kilómetros.
Toda esta basura espacial, a la que se deben sumar otros 1.147 aparatos que hacen su órbita a la altura de 35.876 kilómetros en la que se ubican los satélites de telecomunicaciones, puede estar por décadas a la deriva antes de consumirse en la atmósfera terrestre.