CIENCIA
no estaba tripulada

Fracasa la primera misión de la nave espacial Starliner de Boeing

El vuelo de prueba no llegó a la Estación Espacial Internacional por problemas técnicos. Volverá a la Tierra en las próximas 48 hs.

20191221_starliner_boeing_afp_g.jpg
Lanzamiento. El despegue fue normal pero luego los motores de la cápsula no encendieron. | afp

Boeing fracasó ayer en el intento de enviar su cápsula Starliner hasta la Estación Espacial Internacional(ISS por sus siglas en inglés) sin astronauta a bordo. La misión se consideraba como una prueba crucial antes de enviar tripulaciones de la NASA a partir de 2020.

El despegue transcurrió con normalidad y, un cuarto de hora después del lanzamiento, la cápsula se separó sin problemas del cohete Atlas V en el que iba subida. Pero los motores de la cápsula no se encendieron según lo previsto y ésta no pudo situarse en la correcta trayectoria para dirigirse hacia la ISS, que vuela en órbita terrestre a unos 400 km de altitud.

El fallo provocó que Starliner consumiera demasiado combustible para intentar corregir su posición automáticamente, por lo que ya no puede cumplir su misión. La NASA decidió por tanto traer de vuelta la nave a la Tierra. Starliner aterrizará en Nuevo México, en el oeste de Estados Unidos, en las próximas 48 horas, indicó un dirigente de Boeing durante una rueda de prensa en el centro espacial Kennedy.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Esta prueba del CST-100 Starliner, nombre oficial de la nave construida por Boeing, era determinante para la mancillada reputación del gigante aeroespacial, empañada por los problemas de su avión 737 MAX, pero también para el orgullo nacional estadounidense. Desde que se retiró el Space Shuttle, tras 30 años de servicio, el transporte de astronautas de Estados Unidos a la ISS lo realizan los cohetes rusos Soyuz, una dependencia de la que Washington quiere librarse, aunque la cooperación espacial entre los dos países se ha mantenido en excelentes términos a lo largo de los años.

El director de la NASA, Jim Bridenstine, trató de quitarle dramatismo a lo ocurrido, destacando que, a pesar de los desafíos evidentes, todo había sido “muy positivo en general”. El fracaso llegó por una anomalía en el contador de “tiempo transcurrido” de la misión. Al tener una hora errónea, la cápsula no se impulsó con sus motores en el momento en que debía hacerlo, poco después de separarse del cohete.

Cuando las salas decontrol de Boeing y de la NASA intentaron corregir ese problema manualmente, Starliner no podía recibir la señal porque se encontraba entre dos satélites de comunicación. Y tras retomar el control de la nave, los equipos de la compañía y de la agencia espacial estadounidense consideraron que no quedaba bastante combustible para seguir adelante e intentar acoplar la cápsula a la ISS.

Bajo la presidencia de Barack Obama, la NASA otorgó contratos de miles de millones de dólares a Boeing y SpaceX para que desarrollaran cápsulas espaciales fabricadas en Estados Unidos. La cápsula de SpaceX ya superó la etapa que Boeing intentaba alcanzar con esta misión. La nave de la compañía de Elon Musk, bautizada Crew Dragon, despegó con un maniquía bordo, se adosó a la ISS y volvió ala Tierra sin inconvenientes. “Es la ventaja de haber elegido dos socios distintos”, dijo Bridenstine. “Si un vehículo tiene un problema, el otro puede continuar dando servicio a la NASA”.