CIENCIA
videojuego inmersivo

Los primeros pokemones ya están sueltos por la Patagonia

En Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y Trelew, los fanáticos comenzaron a “cazar” criaturas. La app se lanzaría en agosto.

Imagenes. En Comodoro, los “entrenadores” ya atrapan criaturas en la calle. Se reúnen en plazas y sitios de interés.
| Gza: Kirsa Sergeichuk

Aunque no está oficialmente habilitado para Argentina, Pokémon GO –el juego de realidad aumentada que está causando furor en el mundo– ya se puede descargar en la Patagonia argentina y el sur de Chile. Esto se debe a un error en la configuración geográfica de la aplicación, ya que Niantic, la empresa a cargo de su desarrollo, habría considerado estos territorios como parte de Oceanía y, de esta forma, se puede acceder a los mismos servidores que usan los jugadores de Australia y Nueva Zelanda, dos países que ya cuentan con el popular videojuego.
Los primeros “entrenadores” argentinos de las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego ya están armando equipos, conquistando gimnasios virtuales y atrapando pokemones. En la localidad chubutense de Comodoro Rivadavia, se pudo observar durante el fin de semana a chicos con sus smartphones jugando en espacios abiertos como el edificio de la Municipalidad, el Monumento a la Colectividad Chilena y la Plaza del Viento en Rada Tilly. Lo mismo ocurrió en Trelew.
Sin embargo, en el resto de las provincias argentinas aún habrá que esperar para disfrutar del juego (se cree que podría estar disponible en agosto). Muchos usuarios que utilizaron algún truco para descargar la aplicación se encontraron con que los mapas digitales no mostraban ningún pokemon para atrapar.
El furor por el juego hizo que los fanáticos se volcaran a las redes sociales para pedir por su lanzamiento. Con el hashtag #ArgentinaWantsPokemonGo (Argentina quiere Pokémon Go) lograron ser tendencia en Twitter.

Problemas. El popular juego utiliza el GPS de los smartphones y las posibilidades de sus cámaras para ubicar pokemones en lugares del mundo real, desafiando a los jugadores a capturar y entrenar a esas criaturas. La búsqueda a cualquier precio de estos monstruos ha dado lugar a escenas insólitas. En Indonesia, un francés fue detenido después de haber entrado en una base militar jugando a Pokémon GO y fue interrogado durante varias horas antes de ser puesto en libertad.  
 La irrupción de este juego también causó polémica en España: dos turistas japoneses fueron encontrados en uno de los túneles más peligrosos de Barcelona cazando pokemones, y en Madrid dos jóvenes fueron detenidos por entrar a un cuartel de la Guardia Civil mientras jugaban. En Francia, la gendarmería nacional tuiteó consejos a los “entrenadores” de Pokémon: “Conductores, no jueguen a Pokémon GO” y “Peatones, prestar atención”.  Como medida de prevención, el gobierno japonés publicó un pliego de buenas prácticas para sensibilizar a los niños y  aconsejarles que no jueguen mientras andan en bicicleta.
Las empresas de protección de datos y seguridad en redes advirtieron de otro riesgo: descargarse la versión modificada –e ilegal– que circula por internet introduce en el smartphone el software espía DroidJack que puede ver a través de la cámara, rastrear la ubicación, interceptar los mensajes de texto o escuchar las llamadas.