CIENCIA
comentarios “inapropiados”

Acoso en el CONICET: "Mi director de tesis estaba encima mío todo el tiempo"

Se multiplicaron las denuncias por acoso en el Conicet. La becaria Eliana Escobar contó su historia personal.

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Luchadora. Eliana decidió no continuar con el doctorado, pero hoy está terminando una maestría. | gza. e. escobar

De a poco muchas denuncias sobre diversas violencias en el ámbito de las universidades y los institutos del Conicet están saliendo a la luz. Esto tiene que ver con el impulso de la marea feminista pero también con la valentía de algunas mujeres que se animaron a romper el silencio y visibilizar la violencia contando sus propias historias, que revelan un entramado de abusos de poder y un machismo institucionalizado.

Este es el caso de Eliana Escobar, quien en 2014 ingresó como becaria al Centro de Investigaciones en Química Biólógica de Córdoba (Ciquibic), un instituto que depende del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), para investigar cómo las plantas resisten al estrés.

Desde el comienzo Eliana advirtió los comentarios “inapropiados” que hacían su director de tesis y su compañero acerca de su condición de mujer y el trabajo, pero los dejó pasar: era la primera científica en ese laboratorio. Pero pronto su labor diaria comenzó a hacerse cuesta arriba. “Mi compañero veía pornografía en horario laboral; cuando entré tenía posters de mujeres desnudas pegadas en el laboratorio, siempre hacía comentarios desubicados o me levantaba la remera y me decía: ‘Qué pancita tenés’”, recuerda Eliana.

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Conicet: se triplicó el número de denuncias por violencia de género

Las jornadas laborales eran extenuantes: su director –doctor en química e investigador independiente del Conicet– la obligaba a trabajar hasta largas horas de la noche, incluso los fines de semana y feriados. El hostigamiento y los gritos eran una constante dentro del laboratorio: “Estaba encima mío todo el tiempo, las 24 horas y con directivas contradictorias”, relata Eliana.

Continuó trabajando en ese ambiente hostil como pudo hasta que su cuerpo dijo basta y se enfermó. A pesar de las internaciones y los certificados médicos, su director no le creía y la amenazaba con hacerla perder su trabajo. Luego de dos años y medio, Eliana consultó a una psicóloga. Así pudo tomar conciencia de la situación de violencia a la que estaba siendo sometida y hacer la denuncia ante las autoridades del Ciquibic. Tras una advertencia a su director, la violencia cesó pero solo por un tiempo: “Me frenaba mis capacitaciones, mis cursos, mis progresos profesionales”.

Eliana solicitó un cambio de dirección de tesis. Esta opción fue rechazada y se sometió al seguimiento de la Comisión Evaluadora de Tesis. “La comisión también apañó a mi director y en la última reunión me dijeron que había desaprobado el año académico por falta de resultados o falta de esfuerzos. Ahí acudí a ATE, a la Comisión de Género de la Facultad y me asesoré con abogados. Me acerqué a la oficina del Plan de Acciones contra las Violencias de Género de la UNC e hice la denuncia”.

Muchas colegas se animaron a hablar de mi compañero. Hicimos la denuncia por acoso sexual y las autoridades lo suspendieron de sus funciones, dijo Eliana Escobar

Finalmente Eliana decidió no continuar con su doctorado y hoy se encuentra terminando su maestría. Cuenta que visibilizar su historia ayudó a muchas otras personas que son maltratadas y que no lo habían podido ver o no tenían la valentía de decirlo. “Es importante porque se abrió una puerta. Muchas colegas se animaron a hablar de mi compañero. Hicimos la denuncia por acoso sexual y las autoridades lo suspendieron de sus funciones y le abrieron un sumario”.

Eliana cree que ha habido un cambio de conciencia real y genuino de algunos directivos de la Universidad a lo largo de estos años. La UNC cuenta con un “Plan de acciones para prevenir, atender y sancionar las violencias de género para atender consultas, prestar asesoramiento y realizar denuncias vinculadas a esta temática.

Sin embargo, en el caso de su jefe, la denuncia está  “frenada” en el área jurídica. “Todavía hoy no tengo un resultado sobre la investigación de mi director pese a que ya pasaron dos años desde que se realizó la denuncia. Eso es grave”.  Tampoco recibió asistencia en el Conicet. “Envié varias cartas y mails y nunca recibí respuesta sobre la denuncia hacia mi director”.

AB