Esta semana se conocieron los ganadores del Premio Nobel en Ciencias 2017, entre los cuales –una vez más– no hubo ninguna mujer laureada. En Medicina se premió a Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, por descifrar el mecanismo de los relojes biológicos; en Física, a Rainer Weiss, Barry Barish y Kip Thorne, por su contribución a la detección y la observación de las ondas gravitacionales; y en Química, a Richard Henderson, Jacques Dubochet y Joachim Frank, por desarrollar la criomicroscopia electrónica.
Desde 1901, los Nobel han premiado a 581 hombres y únicamente a 18 mujeres. Esto significa que ellas sólo han recibido el 3% de los Nobel en ciencias. “Es vergonzoso que sólo 18 mujeres hayan ganado el Premio Nobel en Ciencia. Evidentemente hay un sesgo machista en la comisión que elige. Históricamente ha habido mujeres con grandes descubrimientos a las que no les han dado el premio, como la astrónoma estadounidense Vera Rubin”, opinó la investigadora del Conicet Ana María Franchi, presidenta de la Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (Ragcyt).
La ausencia de mujeres no se debe a la falta de candidatas. En Física, la danesa Lene Vestergaard Hau, de la Universidad de Harvard, estaba entre las favoritas por lograr reducir la velocidad de un rayo de luz hasta los 17 metros por segundo. En Química, sonaba fuerte la estadounidense Carolyn Bertozzi, de la Universidad de Stanford, por iluminar la comunicación entre las células. Y en Medicina eran candidatas la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer Doudna, por desarrollar la técnica de edición genética Crisper.
Para Franchi, lo que ocurre en los Premios Nobel se refleja en otras situaciones, como el acceso de las mujeres a los puestos jerárquicos dentro de las universidades o en los organismos de ciencia y técnica. En Argentina, seis de cada diez becarios del Conicet son mujeres. Sin embargo, su presencia disminuye sistemáticamente a la medida que se progresa en la carrera, a tal punto que constituyen apenas el 25% de los investigadores superiores.
Poder. “En un grupo de trabajo donde varios integrantes contribuyen a la construcción de conocimiento, los más visibles son los jefes. En el momento de repartir méritos, pero también en la autoría de los trabajos, los hombres aparecen más visibles porque tienen lugares de poder, lo que no significa que se correlacione con la real construcción de ese conocimiento”, sostuvo Silvia Kochen, directora del Centro de Neurociencias Clínica y Experimental (UBA-Conicet) y secretaria de la Ragcyt.
Para la socióloga e historiadora Dora Barrancos, integrante del directorio del Conicet, las mujeres han tenido y siguen teniendo enormes dificultades para el reconocimiento, y no sólo en el campo científico. “Las adversidades refieren a las formas patriarcales, a la discrecionalidad con que han sido tratadas las científicas, a las peripecias para obtener buenos lugares en la autoría de las publicaciones. No escapa tampoco que para las mujeres se hace difícil competir en igualdad de oportunidades porque, aunque se dediquen a la ciencia, tienen que lidiar, como todas las mujeres, con la gerencia doméstica, con la crianza de los hijos. En todo caso, también esta obligación es un presupuesto central del sistema patriarcal”.
Carl-Henrik Heldin, presidente de la Fundación Nobel, reconoció un problema de diversidad de género en los premios. “Es cierto que ha habido pocas mujeres premiadas con el Nobel. Esto se debe en parte a que los galardones que se otorgan ahora corresponden a trabajos llevados a cabo muchos años atrás, cuando no había tantas investigadoras”, justificó ante la agencia Sinc. Pero no mencionó iniciativas para que la situación cambie.
También en otras áreas
Un año más las mujeres quedaron fuera de los Premios Nobel, aun cuando había varias candidatas en carrera. Desde que en 1901 se instituyeron estos premios, la historia muestra que sólo 49 mujeres obtuvieron este galardón frente a 843 hombres y 25 organizaciones. Por categorías en el área de las ciencias, el número de varones se dispara: en Física, con dos mujeres y 208 hombres ganadores; en Química, con cuatro mujeres y 177 hombres, y en Medicina, con 12 científicas frente a 205 científicos. Asimismo, en los 117 años de esta premiación sólo obtuvieron el galardón 12 mujeres en Literatura, 16 el Nobel de la Paz, y una en Economía. Si se hace la relación, la balanza queda claramente descompensada.