En tiempos de selfies y redes sociales, cada vez más hombres y mujeres buscan vencer el paso del tiempo y lucir bien. Para eso recurren al botox o cirugías como el implante mamario o la liposucción. Pero pocos conocen los riesgos o las complicaciones que muchos de estos tratamientos pueden implican (desde reacciones alérgicas hasta infecciones), sobre todo cuando no son realizados por médicos especialistas.
“Pedime el título” y “Elegí un cirujano plástico” son los eslóganes de la campaña que está llevando adelante la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper) para alertar a la población sobre los riesgos para su salud de ponerse en manos inescrupulosas y no entrenadas, a la hora de decidirse por un tratamiento estético. “En nuestro país, la cirugía estética es una de las especialidades médicas más sometidas al intrusismo. Existen médicos y no médicos que improvisan, poniendo en riesgo a muchos pacientes. Las complicaciones de procedimientos estéticos aumentan por falta de control sanitario y la ausencia de una ley que delimite claramente las incumbencias médicas”, explicó el especialista en cirugía plástica Esteban Elena, presidente de Sacper.
“Pedime el título” y “Elegí un cirujano plástico” son los eslóganes de la campaña que está llevando adelante la Sacper para alertar a la población sobre los riesgos para su salud de ponerse en manos inescrupulosas y no entrenadas
El intrusismo médico es el ejercicio fraudulento de una especialidad sin la experiencia, acreditación y certificación necesaria. Al no estar legislado, el intrusismo no puede ser definido como un delito hasta que no se cometa un daño. Los cirujanos plásticos denuncian como forma de intrusismo la aplicación de botox con fines estéticos –uno de los procedimientos que más han crecido en el último tiempo– por parte de odontólogos, oftalmólogos y hasta otorrinolaringólogos.
“El odontólogo empezó a poner botox para tratamientos de la contracción de los músculos de la boca en la noche, luego a hacer el tratamiento de la sonrisa y después pasaron a los párpados. El médico esteticista que hace esto o el odontólogo está incursionando en un terreno peligroso. Ahí empiezan las complicaciones. La aplicación de botox debe hacerla el dermatólogo y el cirujano plástico”, le dijo a PERFIL el especialista en cirugía plastica Jorge Pedro, director de Comunicaciones de Sacper.
Un fenómeno global: algunos implantes médicos dañan (y a veces matan) a los pacientes
Costos. En las redes sociales abundan las ofertas de 2x1 en la aplicación de botox y hasta los combos de cirugías: lifting facial + implantes mamarios + lipsoucción. Los expertos advierten que no hay que dejarse seducir por publicidad engañosa, promesas de resultados mágicos, sin riesgo y a bajo costo.
“La crisis lleva a que la gente no busque la calidad sino lo más económico. Desafortunadamente ocurre que lo más económico lo ofrece gente que no está habilitada para ejercer la especialidad. Hoy sabemos lo que cuesta un sanatorio, una prótesis, un equipo quirúrgico. Cuando se investigan esas ofertas, muchas veces coinciden con lugares no habilitados o insumos que no son los mejores”, afirmó Pedro.
Desde Sacper buscan que se dicte una Ley de Especialidades Médicas, tal como en países desarrollados, que delimite el accionar de las distintas especialidades. Además, piden que las autoridades sanitarias controlen la seguridad de los tratamientos que se ofrecen.
“Queremos dar educación continua a los médicos, pero a la vez alertar a la población. Cada vez llegan a la consulta más pacientes con complicaciones y muchas veces vienen de la mano de aquellos que no son especialistas. Es cierto que el médico especialista en cirugía plástica no está eximido de tener complicaciones pero va a tratar de reducir los riegos, saber qué procedimiento realizar y en qué paciente indicarlo. Tenemos una frase que es: lleva unos meses aprender a hacer una cirugía, unos años saber indicarla bien y varios años más saber decir que no”, concluyó Pedro.
100.000 por año
Con más de 100 mil procedimientos anuales, la Argentina ocupa hoy el puesto número 16 en el ranking global de países donde se realizan más cirugías plásticas, según los datos recopilados en el año 2016 por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps por sus siglas en inglés).
Las chicas empiezan a los 20 años solicitando cirugías mamarias. Después, de los 30 a los 45, se consulta mucho por abdominoplastías luego de tener hijos
“Las chicas empiezan a los 20 años solicitando cirugías mamarias. Después, de los 30 a los 45, se consulta mucho por abdominoplastías luego de tener hijos, ya que suelen tener flacidez y debilidad en la pared muscular y exceso de piel en el colgajo abdominal. Y posteriormente, desde los 45 años, las cirugías usuales son las de párpados y lifting”, detalló el especialista en cirugía plástica Jorge Pedro, director de Comunicaciones la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. También es muy común en la Argentina, en todos los rangos etarios, la cirugía de nariz tanto en hombres como en mujeres.
“En varones hay muchas preguntas por lipoaspiración y está en aumento la consulta por la ginecomastia, ante el aumento del tejido graso o glándula mamaria. Por lo general, se extrae la glándula mamaria y se realiza una liposucción, y la cirugía tiene un resultado muy bueno, que satisface a los hombres”.