La confirmación por parte de la NASA de que hay pruebas de agua líquida en Marte coincidió esta semana con el estreno de la película The Martian (Misión rescate en Argentina), en donde un astronauta (personificado por Matt Damon) debe sobrevivir en el planeta rojo luego de haber sido abandonado por sus compañeros de tripulación, quienes lo creían muerto.
El film de Ridley Scott, basado en la novela de Andy Weir, muestra los obstáculos –incluso burocráticos– que la NASA debe superar en sus esfuerzos por enviar humanos a Marte hacia 2030. Para esto contó con el asesoramiento científico de Jim Green, director del Programa de Ciencia Planetaria de la NASA y justamente uno de los encargados de anunciar el último martes que la nave MRO (Mars Reconnaissance Orbiter) había hallado “las pruebas más sólidas” de que el planeta rojo posee un flujo de agua salada en su superficie (ver recuadro).
Pero, ¿cuánto de realidad y cuánto de ficción hay en la película? Para el ingeniero argentino en la NASA Miguel San Martin –quien vio The Martian junto con 40 de sus seguidores de Twitter– se nota un esfuerzo por dotar de ciencia a la película: “Me pareció muy buena comparada con otras de este estilo de Hollywood. Demuestra que es posible entretener de forma inteligente y deja un mensaje de superación personal”.
El puntapié de la película es una colosal tormenta que fuerza a la tripulación a abandonar en Marte al protagonista. Según San Martín, la premisa es “una de las licencias poéticas” del film. “En realidad, la atmósfera de Marte es tan tenue que aunque hubiera vientos huracanados no provocarían mucho daño. Incluso el descenso de las naves es afectado no por el viento, sino por la densidad de la atmósfera, lo que impide desacelerar en la forma prevista cuando aterrizamos. Pero en cuanto a destruir los materiales, es un poco exagerado”, le dijo a PERFIL San Martin, responsable del descenso del robot Curiosity en Marte en 2012.
En la película, la NASA envía una tripulación al planeta rojo, donde Damon queda abandonado con alimentos para un mes. Frente a la perspectiva de tener que esperar cuatro años hasta ser rescatado, el astronauta se las arregla para cultivar papas. Esta es una de las ideas más interesantes del film, ya que sí es cierto que los científicos han ideado cómo cultivar plantas en ambientes hostiles. Pero aún falta realizar experimentos que pongan a prueba estas técnicas en una simulación de Marte en la Tierra.
Lo cierto es que tanto el anuncio de esta semana como el estreno de The Martian renovaron el interés por la exploración espacial y, en particular, por el planeta rojo. “Hay un interés mayor; las redes sociales nos han permitido hacer llegar al público nuestro trabajo en la NASA. Existen nuevos actores, como la empresa Space X, que tienen una visión más arriesgada y eso podría cambiar mucho el programa espacial”.
“Es un paso más para encontrar vida extraterrestre”
Aunque la presencia de agua se conocía desde hace tiempo, la NASA confirmó esta semana el hallazgo de “pruebas sólidas” de que Marte posee un flujo de agua líquida en su superficie, al menos en verano. “El anuncio es un paso más en la dirección de encontrar vida extraterrestre. La vida necesita agua. Lamentablemente, el agua salina no es la más propicia para la vida, pero es el comienzo de la investigación. Nos da esperanzas de que esos medios líquidos puedan ser habitables por microorganismos, pero todavía falta mucho para poder determinarlo”, sostuvo Miguel San Martín. La NASA tiene planeadas dos misiones al planeta rojo. InSight despegará el año próximo para estudiar el núcleo de Marte y habrá que esperar hasta 2020 para que otra misión encuentre evidencias de materiales orgánicos cuando aterrice un robot similar al Curiosity