A lo largo de los últimos seis años, los campos de hielo patagónicos perdieron en total una masa de 21 gigatoneladas al año, lo que equivale a una subida de 0,06 mm del nivel del mar. También constituye un aumento del 24 % en comparación con la cantidad de hielo perdida entre 2000 y 2014. Así lo revelaron los análisis del satélite Cryosat de la ESA (Agencia Espacial Europea) que estudia cómo los glaciares montañosos de la Patagonia sucumben al cambio climático.
Todos los glaciares de la Tierra se hallan en retroceso, según los últimos análisis; de hecho, durante los últimos 15 años, el hielo glaciar fue el principal responsable de la subida del nivel del mar. Sin embargo es la región patagónica, compartida por Argentina y Chile y que alberga los mayores glaciares del hemisferio sur -por detrás de la Antártida-, la que está sufriendo el retroceso más rápido de todo el mundo.
Esto se debe a que el clima es relativamente templado y estos glaciares suelen desembocar en fiordos y lagos, lo que acelera el deshielo y hace que desagüen más rápido y pierdan hielo en forma de icebergs en sus márgenes. Desde el espacio, los altímetros de radar de los satélites llevan 25 años registrando las pérdidas de hielo en los grandes mantos, aunque la resolución de este tipo de instrumentos suele ser demasiado baja para monitorizar los glaciares montañosos de menor tamaño.
Una nueva forma de procesar datos de CryoSat ahora permite cartografiar los 20.000 glaciares que quedan en el mundo con más detalle, informa la ESA. Noel Gourmelen, de la Universidad de Edimburgo, explica: "La técnica de procesamiento de la franja de barrido es distinta de la altimetría por radar convencional. Con el novedoso modo interferométrico de CryoSat, vemos cómo el frente de la onda de radar interactúa con la superficie".
"A continuación podemos extraer la franja completa de elevaciones, en lugar de los puntos de elevación individuales", agrega el profesor. "Esto está revolucionando el uso de CryoSat en terrenos helados complejos, ya que proporciona más detalles de lo que nunca creímos posible".
Como explica Luca Foresta, también de la Universidad de Edimburgo: "Gracias a CryoSat hemos descubierto que, entre 2011 y 2017, la disminución del espesor fue generalizada, especialmente en el norte de los campos de hielo".
"Por ejemplo, el glaciar Jorge Montt [Chile], que llega hasta el océano, retrocedió 2,5 km y perdió unos 2,2 gigatones al año, mientras que el glaciar Upsala [Argentina], que desagua en un lago, perdió 2,68 gigatones al año". En cambio, el glaciar Pío XI, que es el más grandes de Sudamérica, avanzó y adquirió masa a un ritmo de 0,67 gigatoneladas al año".
Además de los 6.000 millones de mediciones reunidas a lo largo de seis años, los sondeos satelitales de la ESA utilizan este conjunto de datos para generar un modelo de elevación digital del manto de hielo de Groenlandia y un nuevo mapa de las velocidades de adelgazamiento. Flora Weissgerber, de la Universidad de Edimburgo, explicó que "gracias a las capacidades interferométricas y al procesamiento de franjas de barrido de CryoSat se pudo calcular la elevación y los cambios en la elevación del manto de hielo de Groenlandia".