CIENCIA
estudio de la universidad de boston

Uso excesivo de celulares y tablets ‘amenaza’ el vínculo padres-hijos

Estar pendiente de los dispositivos móviles interfiere en la interacción con los más chicos. Expertos advierten que el fenómeno influye en la crianza.

Online. La tecnología invade la mesa familiar de los argentinos.
| Cedoc

Cuando Felipe, de cuatro años, le regaló un dibujo hecho por él a su mamá Ana, ella se sorprendió mucho con lo que vio. “Estaba yo y en mi mano sobresalía el celular. Ahí me di cuenta de que si no estoy con el celu, estoy con la compu, aún cuando juego con él y eso es algo que quiero aprender a evitar”, le cuenta a PERFIL esta mamá de 33 años. Lo que le pasó a Ana es un fenómeno que se advierte en Argentina y en muchos países del mundo, donde crece el uso de smartphones y tablets: los dispositivos conectados a internet “invaden” la mesa familiar y otros momentos que deberían estar dedicados exclusivamente a los hijos.

Cada vez más los niños reclaman a sus padres el uso excesivo que ellos hacen de la tecnología. Y, en otros casos, cuando no pueden expresarlo, reaccionan con angustia y hasta mal comportamiento.  

Muchas de estas conductas fueron recopiladas y analizadas en un trabajo del Departamento de Pediatría del Centro Médico de la Universidad de Boston, en EE.UU, que se publicó en la revista científica Pediatrics. Durante el estudio, los investigadores observaron a 55 grupos de padres y niños. En cuarenta casos (72%), los adultos utilizaron dispositivos móviles durante la comida. El grado de interacción con los aparatos iba desde sólo ponerlo sobre la mesa (7,5% de los casos) hasta usar el smartphone casi en forma continua durante la comida, lo que ocurrió con el 40% de los casos.

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Para hacer el estudio, los investigadores trabajaron dos meses instalados como un cliente más de un restaurante de comida rápida de la ciudad de Boston con el fin de observar discretamente las interacciones que ocurrían entre padres e hijos cuando los primeros usaban un dispositivo móvil en la mesa. El trabajo de la Universidad de Boston concluyó que el uso de los aparatos puede convertirse en un verdadero obstáculo para el contacto entre padres e hijos ya que “a los padres los distrae de la interacción cara a cara con sus hijos y estas interacciones son cruciales para el desarrollo cognitivo, emocional y del lenguaje”.

Nuevas conductas. En Argentina, tres de cada diez adultos contesta mails o mensajes de trabajo durante las horas que deberían estar dedicadas a la familia, según una encuesta realizada por la Universidad Abierta Interamericana. “Cuando los padres hacen una continuidad de su trabajo y de su ocio usando la tecnología, los niños lo notan. A veces reclaman, otras lo ignoran y otras veces copian. Sufren si la situación planteada inunda todo dejando de lado la comunicación y el compartir”, describe la psicóloga Emilia Canzutti, especialista en vincularidad temprana de la institución Momento Cero.

“Las conductas que pueden manifestar los niños son enojo o fastidio cuando necesitan algo y los papás postergan el pedido por estar conectados, entretenidos o sumergidos”, agrega la experta. Para Canzutti, antes de prender una computadora en casa, sabiendo que su uso puede llevar un tiempo prolongado, es aconsejable que los padres le dediquen un tiempo a lo familiar, cotidiano y singular de cada hijo.

Marcela Czarny, presidente de la asociación sin fines de lucro Chicos.net, señala que hay distintas conductas en cada familia. “Hay padres que no se desconectan nunca de su celular, incluso en la mesa y en momentos familiares. En esos casos, esa tecnología está al servicio del ‘no estar’ donde hay padres e hijos que están presentes físicamente, pero desconectados entre sí”, asegura. Sin embargo, Czarny advierte que por esto no hay que demonizar a la tecnología, ya que también los dispositivos móviles pueden acompañar una vida familiar sana (ver recuadro).

Sobre si esta tendencia se agravará en el futuro, las profesionales dudan: “No lo tenemos en claro. A veces pienso que las tecnologías pasarán a ser como lo que hoy representa el cigarrillo... algo que no es bien visto en reuniones sociales”, dice la presidenta de Chicos.net. “Quizá en algunos años veamos imágenes de una mesa familiar, donde aparezca cada uno con su celular o recordemos cuando estábamos en un lugar público y sonaban varios indeseables sonidos y lo veamos como algo prehistórico”.

 

Reglas de convivencia digital

Los expertos llaman a no demonizar la tecnología, ya que los dispositivos móviles pueden servir para unir lazos entre distintas generaciones, con parientes lejanos y hasta para comunicarse entre sí. “Como siempre, lo más importante son los valores que subyacen al uso de las tecnologías; cómo y para qué se utilizan los dispositivos. Si no, se ve sólo una foto o escena de lo que en realidad es una película”, dice Czarny, quien en los talleres que realiza con padres recomienda hacer un autoanálisis de cómo uno mismo usa o mal usa los dispositivos: en la mesa, en el auto, en reuniones, en el trabajo, en el cine; y después pensar qué exigir o pedir a los hijos.

Canzutti y Czarny coinciden en que lo mejor siempre es el consenso, involucrar a los chicos para que también opinen acerca de cómo ven el uso que sus padres hacen de la tecnología y definir entre todos reglas de convivencia que incluyan cómo y dónde se puede y no se puede usar el celular, la netbook o el iPad.