COLUMNISTAS
UNA SELECCIN A PUNTO

Ahora no hay excusas

Un “juez único” de FIFA, el tunecino Slim Aloulou, falló en favor de la AFA y de Lionel Messi. Estamos todos contentos; al final, la joya jugará para la Selección del Checho Batista. Es increíble, la FIFA salió a dirimir una cuestión que ella misma generó, siendo ambigua en el texto de una circular por temor a que uno de sus afiliados más poderosos hiciera tronar el escarmiento

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Un “juez único” de FIFA, el tunecino Slim Aloulou, falló en favor de la AFA y de Lionel Messi. Estamos todos contentos; al final, la joya jugará para la Selección del Checho Batista. Es increíble, la FIFA salió a dirimir una cuestión que ella misma generó, siendo ambigua en el texto de una circular por temor a que uno de sus afiliados más poderosos hiciera tronar el escarmiento. Recordemos que la ley pura, sin este aditivo, avala la postura del Barcelona en cuanto a la no cesión fuera de fechas FIFA. Los Juegos Olímpicos no son fecha FIFA, ¿tan difícil es eso de entender?
Lo absurdo es que ahora, en una nota aparecida el 30 de julio en su página web, la FIFA pone en el título: “La liberación de jugadores menores de 23 años es obligatoria”. Si esta frase –y ninguna otra– hubiese aparecido en la famosa Circular 1153, no se habría producido el culebrón Messi. Ahora, la FIFA determinó que Barcelona está obligado a ceder a Messi. Todos contentos, salvo el Barça, que apelará esta decisión ante un tribunal deportivo superior, el famoso TAS (Tribunal Arbitral du Sport), del que Messi tanto habló en las declaraciones post decisión de la FIFA.
Si fuera por los antecedentes, deberíamos estar bien tranquilos. El TAS se declaró incompetente en dos casos similares al de Messi, el de los brasileños Rafinha (Schalke 04) y Diego (Werder Bremen). Los dos clubes alemanes se negaron a cederlos y fueron obligados. Recurrieron a esa entidad y obtuvieron una declaración de incompetencia como respuesta. Rafinha y Diego ya están con la cabeza y el cuerpo en Beijing.
Nada hace suponer que el TAS hará algo distinto con Messi, aunque sabemos que Barcelona no es igual que Schalke o Werder Bremen a la hora de ir a discutir a un tribunal. Si el TAS llegara a darle la razón a Barcelona, Messi –así haya jugado algún partido para Argentina– debería hacer las valijas y regresar. Insisto, no parece que esto último vaya a suceder. Pero el poder pesa, acá y en cualquier lugar del mundo. Barcelona pertenece a una elite a la que acceden unos pocos. De hecho, con otros grandes de Europa, fundó la Asociación de Clubes Europeos, de la que es parte junto a Real Madrid, Juventus, Milan, Inter, Bayern Munich, Chelsea, Liverpool, Lyon y Porto, entre los más conocidos.
Al principio lo constituían 14 clubes y se lo llamó G-14. Ahora forman parte de él 103. Tuvieron que cambiar el nombre. Su poder aumenta todo el tiempo, cada día impone nuevas condiciones. Y este culebrón de Messi hará que, en los 4 años que vayan de estos Juegos a los próximos, retiren el apoyo a la competencia y ésta sea jugada sólo por jugadores Sub 20 o como antes del ’88, con futbolistas sin contrato profesional.
Es una posibilidad latente. Dudo mucho de que esta decisión le salga gratis a la FIFA. En Barcelona están furiosos. Y lo que es peor: es una furia compartida por los clubes de fútbol más poderosos del planeta.
Quedan cabos sueltos que trataremos de unir –aunque sea de manera antojadiza– en las líneas que quedan…
1- Nunca debemos olvidar que Messi le debe la carrera al Barcelona. Su ida a España no fue un robo de juveniles, Messi se fue con su familia porque Newell’s se negó a pagarle un tratamiento indispensable que el chico necesitaba. Por eso, la bandera ofensiva colocada el fin de semana pasado frente a la Embajada de España es una de las estupideces más extraordinarias de estos tiempos, aunque coherente con el tipo de hincha que la Argentina supo conseguir en estos últimos años: irracional, desinformado y falto de criterio.
2- Las reglas se hicieron para cumplirse. Es algo que por estas tierras no está bien claro, pero debería estarlo. Si el Barcelona llegó hasta este punto, no fue producto de una “campaña antiargentina”. Es porque la Circular 1153 no aclara la situación de Messi. Y no hacía falta una graduación en la Facultad de Derecho para saberlo. Cuando la FIFA dejó de “dar a entender” y “dijo”, Barcelona cedió al jugador. El Real Madrid no fue tan “honesto”. Impidió que Robinho jugara para Brasil acusando una lesión en el pubis. Los médicos brasileños dijeron que el jugador pudo haberse curado a tiempo. Imaginen si el Barça hubiese hecho eso con Messi…
3- Es sabido que el fútbol profesional maneja mucha plata. En el caso de los grandes de Europa –el Barcelona es uno de los más–, los números que circulan son escalofriantes. Si el club catalán no va a la Champions (algo que el hincha argentino ve como ajeno, y lo es), la cifra que deja de percibir es inimaginable. Y ahí no hay espíritu olímpico ni Barón Pierre de Coubertain que valga. En un diario se escribió: “Barcelona tiene que ceder a Messi porque Messi es argentino”. Es una estupidez suprema. Barcelona tiene que ceder a Messi si corresponde. No es una sociedad de beneficencia. Si puede no dar a Messi, no lo va a dar. Si River pudiera no dar a Buonanotte, no lo daría, y ya contamos en nuestra columna del sábado anterior que Boca recién cedió a Fabián Monzón cuando Batista le aseguró la titularidad al presidente xeneize. No convirtamos la hipocresía en algo corriente.
Ahora hay que armar el equipo y conservar la medalla dorada. Al fin y al cabo, ya estamos todos