Como lo hace cada año desde 2002, Reporteros sin Fronteras (RSF) acaba de publicar su informe anual sobre la situación de los periodistas en todo el mundo, incluyendo los que ejercen su oficio en este país. Los resultados no son favorables para la Argentina: la libertad de prensa en este territorio ha caído cinco puestos respecto de 2020 (64° entonces, 69° en 2021) y es el peor registro desde que comenzó la medición.
Reporteros sin Fronteras (RSF) es una organización independiente con sede en París, que cuenta con un estatus consultivo ante la Organización de las Naciones Unidas, la Unesco y el Consejo de Europa. El documento de RSF señala: “La clasificación mundial de la libertad de prensa, que cada año evalúa la situación de la libertad de prensa en 180 países y territorios, muestra que el ejercicio del periodismo, principal vacuna contra el virus de la desinformación, encuentra graves impedimentos en 73 de los 180 Estados del ranking establecido por RSF, y obstáculos en otros 59, lo que en total supone el 73% de los países evaluados.
“El bloqueo del periodismo lo revelan los datos de la clasificación, que miden las restricciones de acceso y los impedimentos a la cobertura de la actualidad –explica el informe-. RSF registró un palpable deterioro del indicador que mide este factor. Por causa -o con el pretexto- de la crisis sanitaria, los periodistas se enfrentan a un ‘cierre de accesos’ tanto a las coberturas sobre el terreno como a las fuentes de información”.
Por quinto año consecutivo, Noruega ocupa el primer lugar de la tabla, aunque los medios han señalado una falta de acceso a la información pública sobre la pandemia. Finlandia conserva la segunda posición, mientras que Suecia recupera el tercer puesto, perdido en 2020 ante Dinamarca, ahora en cuarto lugar.
La posición de Argentina en relación con otros países de la región es muy similar a lo registrado en 2020. Su puesto 69° es superado por Uruguay (18°) y Chile (54°). En situación peor están los periodistas de Perú (91°), Ecuador (96°), Paraguay (100°), Bolivia (110°), Brasil (111°) y Venezuela (148°). Aunque no gratifica observar las limitaciones a la libertad de prensa en nuestro país, hay que señalar que, al menos, los periodistas no somos objeto de agresiones graves, de encarcelamientos o muertes, como en otras regiones. El balance anual de RSF registra 488 periodistas (420 hombres y 68 mujeres) encarcelados en otros países del mundo, un 20% más que en 2020. Dos están desaparecidos, 65 fueron secuestrados y 46 asesinados.
“No menos de 175 años de cárcel es la mayor condena a la que se ha expuesto en 2021 un profesional de la información y es a lo que se arriesga el fundador de Wikileaks, Julian Assange, si es extraditado a Estados Unidos –explica el informe-. Detenido desde abril de 2019 en la prisión de alta seguridad británica de Belmarsh, en Londres, acaba de sufrir un importante revés, después de que la Corte Suprema anulara la decisión de un juzgado en primera instancia contrario a su extradición a Estados Unidos. Este país le imputa 18 cargos, después de que Wikileaks publicase, en 2010, centenares de miles de documentos que revelaron la envergadura de los crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos cometidos por las fuerzas estadounidenses en Afganistán e Irak”.
Un dato a tener en cuenta: puntualiza RSF que “el barómetro Edelman Trust 2021 revela una preocupante desconfianza de la ciudadanía hacia los periodistas: el 59% de las personas encuestadas en 28 países creen que los periodistas están tratando de engañar deliberadamente al público al difundir información que saben que es falsa. Sin embargo, el rigor y el pluralismo periodístico permiten contrarrestar la desinformación y las ‘infodemias’, o sea, las manipulaciones y los rumores”.
