COLUMNISTAS
Violencia y cupo trans

Avances y retrocesos

Los asesinatos como el de Samuel son la punta del iceberg del odio a colectivos discriminados.

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Repudio. Indignación por la muerte a golpes de Samuel Luiz en A Coruña. Un crimen de odio repugnante que sacudió a España. | cedoc

Continúan las protestas en toda España por el crimen de odio del que fue víctima Samuel Luiz, que murió por los golpes recibidos por parte de varias personas en A Coruña. El joven fue agredido a la salida de una discoteca y una amiga señaló que el principal agresor lo insultó diciendo “para de grabarnos si no quieres que te mate, maricón”. Ya hubo algunas detenciones, pero el reclamo por el respeto a la diversidad sexual y contra los crímenes de odio se extiende con fuerza. El padre de la víctima reclama justicia y que se tomen medidas para evitar estos crímenes.

Los asesinatos como el de Samuel son la punta del iceberg del odio a colectivos discriminados. El número de agresiones relacionadas con delitos de odio lleva varios años creciendo en España. Entre 2013 y 2019 aumentaron un 45%, según los datos del Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior. Aún no hay datos para 2020, pero en los tres años anteriores se había observado un crecimiento, impulsado sobre todo por los hechos relacionados con la ideología, el racismo y la xenofobia. Los hechos relacionados con la discriminación por orientación sexual o identidad de género también aumentaron en 2019 con respecto a 2018. La suma de infracciones penales y administrativas pasó de 259 a 283, casi un 10% más.

¿Cuánto del avance de la ultraderecha en ese país está vinculado con el incremento de este tipo de delitos?

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Los discursos de odio puede que no sean directamente responsables de un crimen de odio. Nadie puede imaginar que los votantes de Vox en España celebren un homicidio. No es tan lineal, ni tan simple. Pero es bastante evidente que es una organización política que es responsable de generar un clima propicio para hechos violentos contra todo tipo de minorías discriminadas. Un trabajo de hormiga machacante que solo viaja en su espiral autoritaria. Se victimiza cuando se le señalan estas cuestiones, con el mismo mecanismo del macho denunciado por violencia de género.

Pero basta con prestar atención al nivel de violencia e impunidad que maneja el partido de ultraderecha. Días atrás, en su cuenta oficial de Twitter señaló a Ricardo Rodrigo Amar, presidente del grupo editor que publica la revista humorística El Jueves, después de que ese medio publicara una serie de caricaturas de dirigentes de ese partido. Vox publicó el nombre y el cargo del editor, acusó a la revista de difundir “odio contra millones de españoles” y aseguró que “es posible” que muchos de esos ciudadanos le exijan “responsabilidades” cuando lo vean salir de su despacho en Barcelona.

Todo esto en la cuenta oficial del partido que orgánicamente está llamando a un escrache a un periodista. Odio, intolerancia, violencia y fascismo, todos los condimentos de la ultraderecha que después dice defender la libertad de expresión. Es en ese contexto donde asesinan a Samuel.

En nuestro país tenemos la alegría de celebrar la ley de cupo trans. El Ejecutivo firmó el decreto de promulgación de la Ley 27.636 de promoción del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero, llamada “Diana Sacayán-Lohana Berkins”. Recordemos que la ley contempla, entre otras reivindicaciones, que los tres poderes del Estado nacional, los ministerios públicos, los organismos descentralizados o autárquicos, deben ocupar una proporción no inferior al 1% de la totalidad de su personal con personas de ese colectivo. Es un paso importante que desde el Estado se incluya a las minorías discriminadas.

Pero también queremos saber qué pasó con Tehuel, el joven trans que desapareció el pasado 11 de marzo cuando salió de su casa a una entrevista de trabajo y nunca más se supo de él.

Como en el juego de la oca, hacemos avances y retrocesos. Ley de identidad de género, de matrimonio igualitario, derecho al aborto y cupo laboral trans es el camino. Y atentos a las versiones locales de Vox, porque retrocedemos.

*Escritora y periodista.

Producción periodística: Silvina L. Márquez.