Si las elecciones fueran en octubre de este año y Ginés González García fuese algunas décadas más joven, podría estar dejando el Ministerio de Salud para potenciar alguna lista a legisladores (en menor medida lo que sucede con el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, en Juntos por el Cambio). Si alguien con el carisma de Facundo Manes hubiera sido ministro de Salud nacional durante esta pandemia, podría hasta estar midiéndoselo como candidato a presidente (equivalente a Sérgio
Moro en Brasil cuando la agenda social de ese país priorizó la lucha contra la corrupción).
En Argentina tanto el gobierno nacional como el principal líder de oposición se unieron contra la pandemia
No es un fenómeno local, hasta en la racionalista Alemania, el virólogo que asesora a Angela Merkel, Christian Drosten, se transformó en el personaje más popular de su país mereciendo tapa de revistas, remeras, barbijos y posters con su cara. En el reportaje largo, que se publica en esta edición, hecho el día antes del anuncio de la fabricación en Argentina de la vacuna de Oxford, el doctor Drosten dice:
- “Aunque no está comprobado completamente, parece ser que la mutación del virus que se dio en Europa y llegó a América del Sur es más capaz de propagarse y más violenta”.
- “Covid-19 produce un daño cardíaco más perdurable que la enfermedad pulmonar”.
- “Hay datos que sugieren que el virus sería infeccioso de una manera relevante durante aproximadamente tres horas en una superficie”.
- “Cuanto más frío hace, más tiempo tarda en secarse un virus que contiene microgotas”.
- “En los bares y pubs es común que limpien los vasos solo con agua, sin detergente. Hay que tomar la cerveza del pico”.
- “El viejo virus SARS tiene que llegar hasta el pulmón para reproducirse. Mientras que el nuevo virus se replica muy bien en la nariz y en la garganta. Esa es una gran diferencia causada por una pequeña diferencia estructural” que multiplica su contagio y letalidad.
- “La cuarentena no basta con imponerla, solo puede funcionar si la población lo entiende. Y mucho más en una cuarentena parcial que deja algunas áreas de la sociedad abiertas e intactas para rescatar o salvar la economía” (porque) “siempre está el lado ganador y alguien queda del lado perdedor del juego. Los que están en el lado perdedor necesitan entender que están haciendo un sacrificio por el bien de toda la sociedad. Y este es un mensaje muy difícil de enviar”.
Pichetto dixit: “La gente no aguanta más a los infectólogos. Cuando termine la pandemia no van a poder salir a la calle, les va a pasar como a esos periodistas cuando volvieron de Malvinas”. La perspectiva del candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, con sus múltiples diferencias, parte de la misma tesis electoral de Bolsonaro, quien está subiendo en las encuestas, dándole razón a Pichetto, y de Trump, quien, por el contrario, se encamina a perder su reelección.
Pero en Argentina las elecciones no son en octubre de 2020, sino en 2021, lo que permite discutir cómo será evaluado por la sociedad el balance entre las distintas decisiones políticas.
La American Medical Association publicó el artículo del doctor en Salud Pública de la Universidad de Harvard Tyler VanderWeele, titulado “Desafíos para estimar el total de vidas perdidas en Covid-19. Consideración de la mortalidad relacionada con el desempleo, aislamiento social y depresión”. Algunos párrafos:
- “La pandemia de la enfermedad por coronavirus ha cobrado cientos de miles de vidas, directa e indirectamente, y amenaza con muchos más: Políticas alternativas han llevado a diferentes compensaciones entre lo que son bienes posiblemente inconmensurables, como supervivencia, salud mental, conexión social y crecimiento económico, que puede parecer difícil o imposible de sopesar”.
- “Un enfoque para sopesar estos diferentes resultados, que son difíciles de comparar directamente, es intentar utilizar una medida compuesta como el bienestar ajustado por años de vida. Cada año de vida salvado o perdido es ponderado por una puntuación de satisfacción de vida global autoevaluada (rango, 0-10). Este enfoque, sin embargo, tiene varios inconvenientes. Si se evaluaran diferentes aspectos del bienestar (como el significado y el propósito), esto conduciría a diferentes evaluaciones de años de vida ajustados al bienestar. El uso de años de vida ajustados al bienestar basados en la satisfacción con la vida también es problemático en la medida en que puede despriorizar las vidas de las personas pobres, discapacitadas y vulnerables al dar menos peso a sus vidas porque en su vida la satisfacción tiende a ser menor”.
- “Si la alternativa fuera utilizar un ‘total de vidas salvadas’ no significa que los resultados económicos, sociales y de bienestar deban descuidarse; de hecho, estos factores también afectan las tasas de mortalidad, a veces sustancialmente. Los metaanálisis de estudios de cohortes longitudinales ajustados por covariables indican que el desempleo, el aislamiento social y la falta de comunidad, y la depresión en la vejez están todos asociados con un aumento de la mortalidad por cualquier causa”.
- (Pero) “la pandemia puede influir en estos resultados incluso sin estrictas medidas de aislamiento y cierre del lugar de trabajo. La economía y las relaciones sociales se habrían visto afectadas negativamente por la morbilidad y mortalidad relacionada con Covid-19 y los cambios sustanciales en los comportamientos individuales”.
- “Puede llegar un punto en el que el número de vidas perdidas por las consecuencias económicas, sociales y psicológicas de diferentes decisiones políticas superará el número de vidas perdidas por infecciones, y será crucial considerar las consecuencias indirectas en la mortalidad de estas decisiones políticas”.
En otro escrito médico, en este caso de la prestigiosa publicación The Lancet, titulado “Bajas políticas producidas por la pandemia del coronavirus”, se sostiene que:
- “Se prevé que los efectos perjudiciales de una crisis económica superarán el daño causado por el virus. El Banco Mundial estima que al menos 71 millones de personas se verán empujados a la pobreza extrema, en sí mismo un problema de salud pública, como resultado de la pandemia. Por lo tanto, para algunos países parece que levantar las restricciones de bloqueo no es una opción sino una necesidad”.
- “Los gobiernos y líderes políticos de todo el mundo podrían convertirse en víctimas del Covid-19. La forma en que han respondido al brote y escuchado y comunicado con sus ciudadanos será importante para decidir su destino en futuras elecciones. La confianza del público debe ganarse, y Covid-19 deja claro quién sí y quién no merece esa confianza”.
En otros países el candidato opositor más expectante critica la lucha contra el Covid-19 del jefe de Estado
En Argentina veremos ese veredicto en octubre de 2021 pero como tantas veces, somos singulares: mientras en otros países el candidato opositor más expectante critica la lucha contra el Covid-19 del jefe de Estado, en Argentina tanto el gobierno nacional como el principal líder de oposición se unieron contra la pandemia.