Desde la perspectiva de un asesor electoral de la escuela norteamericana como Joseph Napolitan, quien “hizo” a Kennedy presidente y antes de su muerte en 2013 fue maestro de Jaime Duran Barba, las imágenes influyen más sobre los votantes que los discursos. El propio asesor de imagen de Macri le asignó a la afeitada del bigote “milico” y ochentoso de su cliente una importancia superior a la vacuidad de ideas del candidato.
Los consultores electorales no descubrieron nada nuevo, a lo largo de la historia de la humanidad los distintos usos de la cantidad y forma del pelo en el rostro han sido símbolos que las diferentes culturas utilizaron para expresar virilidad/fortaleza, poder-transgresión, sabiduría/experiencia y ser significantes de una ideología, una generación, una clase social y, en épocas pretéritas, una religión en caso de ortodoxos.
A Jaime Duran Barba pidiendo que Macri elija la FIFA o el PRO se suma Carrió diciendo “Cristina ataca a Larreta”
Para el sociólogo Pierre Bourdieu hay un diálogo tácito entre la apariencia que se elige para presentarse y los demás: la moda es un lenguaje. La moda no es un lujo sino una forma de expresión cultural. Eric Hobsbawm, en su libro Fractured Times, toma la moda como manera de expresar cambios de época o rupturas. Y Roland Barthes, en su libro El sistema de la moda, se refiere al vestido como una escritura.
Horacio Rodríguez Larreta ya viene escribiendo en su apariencia su plan electoral, vino diferenciándose del traje sin corbata con camisa celeste del macrismo con sus habituales remeras o pulóveres de cuellos redondos, que en las fotos de las reuniones con Alberto Fernández y Kicillof lo hacen lucir más parecido a la gente común que los funcionarios de la coalición gobernante. Tampoco en esto hay nada novedoso: siempre se sobreactúa lo que se carece y la coalición gobernante tiene que mostrar que no es tan transgresora como parece y quien quiera tener éxito desde la coalición opositora, que no es representante de los “garcas”.
Pero ahora Rodríguez Larreta avanzó otro paso en la misma dirección dejándose la barba, que, de terminar siendo un gesto duradero, sería un mensaje más inequívoco en la búsqueda de transmitir distancia de lo que representa la esfera Macri.
Rodríguez Larreta atraviesa un momento pico en su carrera política: en parte gracias a la pandemia las encuestas lo muestran por primera vez como el único líder opositor ampliamente conocido a nivel nacional, y sus índices de aprobación superan a todos los representantes de la coalición gobernante incluso en varias encuestas al propio Alberto Fernández a nivel nacional y a Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.
Uno de los bautismos de fuego con el macrismo se producirá el próximo lunes, cuando el ala más beligerante anti K convoca a una marcha de protesta mientras que los equipos de Rodríguez Larreta tratan de reducir la importancia de ese acto.
La forma en que Macri envió sus condolencias a la familia del CEO de Vicentin, por escrito y públicas, muestra su interés por no abdicar su protagonismo en la conducción del PRO. Como bien sostuvo Jaime Duran Barba, esa actitud entre estar en la Costa Azul y al mismo tiempo intervenir en lo que sucede en Argentina luce contradictoria: “Mauricio tendrá que escoger entre seguir haciendo política o dedicarse a otras cosas que también son importantes, como la fundación de la FIFA. Pero me parece que está en una situación intermedia que provoca problemas”.
“Elegir” es la palabra que utiliza Duran Barba, quien, al igual que Elisa Carrió, ya identificó a Horacio Rodríguez Larreta como el nuevo líder del espacio opositor. Hace meses que Duran Barba ya habría hecho en privado menciones sobre la pérdida de sentido de la realidad de Macri, algo que le sucede a la mayoría de los ex presidentes que precisan un tiempo de duelo y acostumbramiento a la pérdida de la investidura que tenían.
Las elecciones de 2021 podrán marcar el triunfo de un sector sobre el otro de la coalición opositora. El sector más a la derecha de Macri-Patricia Bullrich-Pichetto estima que una posición más dura contra el Gobierno dará beneficios electorales cuando la crisis económica haga estragos en el ánimo de los votantes. En la columna de Artemio López del jueves de RePerfilAr, el nuevo noticiero que de 19 a 21 se emite por NET TV, el consultor que simpatiza con el kirchnerismo alertó sobre esa amenaza: “Venimos de una circunstancia socioeconómica muy difícil. Recientes datos conocidos por Unicef mostraron que el 62% de los menores, en la pospandemia, está en situación de pobreza. Lo mismo va a pasar cuando se analice el desempleo. La UCA ya señaló 15 puntos a nivel promedio general. Eso implica 20 puntos de desempleo para los grandes aglomerados urbanos. En la propia Capital Federal, el índice señala un promedio de 17 puntos. Pero en el sur, el desempleo trepa al 21%”.
Artemio López señala la lógica preocupación sobre la duración de la buena imagen del Gobierno cosechada en la lucha contra el coronavirus: cuando se “desplace la coyuntura hacia el espacio socioeconómico no se sabe si alcanzará para mantener los niveles de aceptación que aún tiene el gobierno nacional, que también está surcado por internas”.
La marcha opositora del #17A podrá mostrar el próximo lunes las diferencias entre Macri y Rodríguez Larreta
¿Podrá Rodríguez Larreta hacer perenne la buena imagen que le brindó la lucha contra el coronavirus sin ser afectado por las críticas a las consecuencias económicas si estas se focalizaran en el gobierno nacional? De ser así y Juntos por el Cambio saliera vencedor de las elecciones de octubre del año próximo, su carrera hacia la competencia por la presidencia en 2023 avanzaría mucho.
Por ahora, esa barba que luce como una metáfora de pintarse la cara como gesto de estar dispuesto a ir a la guerra es un mensaje que precisa su confirmación en la realidad.