Alberto César Volonté Berro, el ex embajador uruguayo en la Argentina, probablemente ostenta un récord en el mundo diplomático: “Tuve que presentar las cartas credenciales a cinco presidentes distintos” en un mismo país, durante los cinco años que estuvo al frente de la embajada, entre 2000 y 2005.
Muy allegado a la Argentina –cinco de sus once nietos son argentinos– su experiencia “directa” del derrumbe de 2001 lo habilita a observar la enésima crisis que se vive aquí con autoridad y con un relativo optimismo.
“Por mi vocación, por mi visión de la política y hasta por mi historia familiar, sigo el presente argentino porque, además, creo que, sabiendo lo que allí sucede, me enteraré antes de lo que sucederá en Uruguay. Y yo estoy seguro de que de esta crisis se sale, y sin estallido social”, afirma.
Comparaciones. Volonté rechaza las comparaciones con 2001. “Aquella crisis era diferente a esta, aunque pasaron cosas muy similares”, dice.
A comienzos de siglo, “Argentina estaba sufriendo la trampa del cambio fijo y decidió salir muy tarde de la convertibilidad. Al comienzo, quiso blindarse y lo logró, porque el Fondo Monetario le dio asistencia en dos o tres oportunidades, hasta que Anne Krueger, una mujer muy sólida intelectualmente pero muy antipática, dijo ‘se acabó, no hay un mango más’”.
Fue entonces el momento de Domingo Cavallo, del corralito y de su consecuencia: “el estallido de la Argentina profunda”.
Para Volonté, “hoy estamos de vuelta en la dicotomía entre una tierra verdaderamente rica y una sociedad que no logra bajar ese piso del 25% de pobreza estructural. Pero esta crisis es distinta a aquella, porque De la Rúa era un jurista fino y un hombre distinguido que transmitía confianza, pero que no estaba bien rodeado para superar una gran cantidad de adversidades, muchas de las cuales se las planteó directamente la oposición”.
Ahora, “la inserción internacional de Argentina ha cambiado, Macri no se va a ir antes de tiempo y los argentinos aún no descubrieron el inmenso potencial que significa Vaca Muerta. Entonces, si el Poder Ejecutivo hace bien las cosas, considerando que tiene previsto seguir recibiendo dinero del Fondo y sustentando planes sociales abarcadores frente a un peronismo federal con responsabilidades de gobierno, va a poder dejar atrás esta crisis durísima”.
Tarifas. Volonté rechaza la apelación a una “herencia maldita” para los problemas actuales. “La política es la sucesión de gobiernos, y hay que dejarse de joder con mirar para atrás, porque la única herencia verdaderamente maldita es la de los militares”, dice.
“Cuando llegás al gobierno, sabés bien qué vas a recibir. Y la manera en que Macri no explicitó lo que recibió fue un error. Pero mucho peor fue la falta de sentido social que mostró en la única área donde tenía la obligación de ser gradualista: en la de la readecuación de las tarifas públicas. Con eso, ahorcó a la sociedad”, concluye el ex embajador, que en los años 90 presidió la compañía estatal de energía eléctrica uruguaya, la UTE.
Ladrones. Pese a haber pertenecido durante toda su vida al Partido Nacional, Volonté Berro fue embajador de Uruguay en Argentina durante el mandato del colorado Jorge Batlle Ibáñez.
Hoy, a los 79 años de edad, este abogado recuerda su experiencia diplomática en Buenos Aires y sostiene que las relaciones entre ambos países fueron muy buenas con Fernando de la Rúa, buenas con Eduardo Duhalde y malas con Néstor Kirchner.
Pero sin dudas que uno de los momentos más críticos de su gestión fue el escándalo que se produjo cuando Batlle, sin saber que estaba siendo grabado, bramó ante un periodista: “Los argentinos son una manga de ladrones, del primero al último”.
En una entrevista con el diario El País de Montevideo, publicada en 2016, Volonté confesó que “después de aquellas declaraciones, salía a la calle avergonzado y no quería ni que me vieran, pero resulta que, a poco de que me encontraba con alguien, me felicitaban por lo que había dicho Batlle”. “Me llamó la atención cómo el pueblo argentino tiene un enorme sentido de la autocrítica con humor”, concluyó.
*Desde Montevideo.