Hay quienes sostienen que la invasión de Rusia a Ucrania ha sido un error de Vladmir Putin porque ha unificado a Occidente. La tesis de Joe Biden de que el eje del conflicto global son los países democráticos contra los autoritarios encaja en el actual conflicto europeo. Aunque Rusia tiene un gobierno ideológicamente conservador y políticamente autoritario, China es un modelo económico reformista controlado por una élite que ejerce el poder de manera autoritaria.
Al momento de producirse la invasión a Ucrania, la OTAN se encontraba en una situación difícil que el presidente Emmanuel Macron llegó a calificar de “muerte cerebral”. Convergían en ella quienes sostenían que el principal peligro provenía del norte (como se ha concretado ahora); los países del flanco sur privilegiaban las amenazas del Mediterráneo, las migraciones y el terrorismo, y en una tercera posición estaban quienes querían reforzar el rol extrarregional de la Alianza Atlántica. Ahora se ha producido una unificación de hecho. De los treinta países que integran la OTAN, solamente cuatro han marcado diferencias con su posición frente a la invasión rusa de Ucrania: Eslovaquia, Hungría, Turquía y Croacia, que después fueron alineándose.
Hay otros, en cambio, que sostienen que la invasión rusa a Ucrania debilita a la OTAN, que no fue capaz de articular una respuesta militar y una gestión diplomática que hubieran preservado el territorio ucraniano. Putin desafía a la OTAN teniendo solo el 5% del gasto en defensa de los treinta países de la alianza militar de Occidente. El desplazamiento preventivo de sus fuerzas en los países donde esta tiene bases militares permanentes y que son fronterizos de Ucrania (Polonia, Rumania y Lituania) no alcanzó a los 10 mil hombres. Los 50 mil que Estados Unidos tiene de forma permanente en Alemania casi no se movieron de sus bases. Putin apostaba a que las sociedades de Occidente, que vieron hace menos de un año la retirada anárquica de las tropas de la OTAN en Afganistán, no aceptarían participar en una guerra. Hasta ahora es así.
Las dos partes del conflicto apuestan a respectivos quiebres de los frentes internos de los antagonistas, Rusia y Ucrania. El mayor opositor ruso que está en prisión, Alexei Navalny, ha dicho que el verdadero riesgo para la paz mundial es Putin y no Rusia. Hay quienes en Occidente sostienen que, de prolongarse las acciones militares, la oposición rusa democrática ganará espacio e influencia, precipitando protestas que pueden derivar en insurrección, como pasó en varios países de la ex URSS. Por el contrario, están los que piensan que la exaltación del nacionalismo ruso que motiva Putin será argumento y pretexto para sofocar aún más las voces disidentes. Por su parte, el líder ruso aspira a un quiebre del frente interno ucraniano mediante acciones rápidas y contundentes –que están siendo más lentas que lo esperado– que lleven a la opinión pública ucraniana a apoyar “un modelo de neutralidad” como el asumido por Finlandia después de la Segunda Guerra Mundial.
Un análisis más profundo de la actitud de Putin como líder ruso hay que buscarlo en el factor “humillación”, que puede generar extremismos nacionalistas proclives a revertir la decadencia por la vía militar. Si bien hay excepciones a esta teoría, como la de Alemania y Japón tras la Segunda Guerra Mundial, numerosos ejemplos encajan en ella: el de China frente a Occidente desde 1836 hasta la constitución de la República Popular, en 1949, y el de Alemania, que empoderó a Hitler después de la Primera Guerra Mundial. Rusia, a su vez, durante tres siglos ha percibido las amenazas de Occidente. Napoleón, a comienzos del siglo XIX, Crimea promediando dicho siglo y las dos invasiones de Alemania en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Todas fueron invasiones de su propio territorio. La disolución de la Unión Soviética, considerada por Putin la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX, fue también percibida por Rusia como una humillación.
Son cuatro hipótesis que, concurrentes y divergentes, permiten explicar la guerra que hoy sufre el pueblo ucraniano.
*Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.