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Cuidemos las dos causas

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| Cedoc

La investigación judicial que se destapó alrededor del falso abogado y extorsionador Marcelo D’Alessio, empezó a mostrar en menos de un mes, con varios hechos, testimonios y pruebas, la presunción que muchos sostenían por lo bajo y que hasta ahora no se había podido empezar a ventilar: la actuación de servicios de inteligencia (activos e inactivos) con personajes de oscura procedencia para interceder y sacar tajada en causas que se tramitan en el fuero federal. La investigación de los cuadernos de las coimas que llevan adelante el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, implicado a su vez por D’Alessio, demostró en menos de un año un entramado de corrupción de ex funcionarios kirchneristas y empresarios, que muchos, en particular este diario, denunciaron durante años. Cuando La Nación destapó los cuadernos del ex chofer Centeno, la mayoría de los medios siguieron con enorme despliegue el devenir de una causa sin precedentes en la Argentina. Siempre con su mirada crítica, PERFIL llenó decenas de páginas con la causa que instruye Bonadio. Con el mismo criterio, también llevamos adelante la cobertura del caso que ahora ventiló el juez Ramos Padilla desde su despacho en Dolores. Desde las páginas de PERFIL nunca intentamos restarle mérito a ninguna de las investigaciones y publicamos con honestidad y rigurosidad ambas coberturas. No se trata para este diario de “la causa de las fotocopias” ni de la “puesta en escena” de un juez que responde al kirchnerismo. Las dos investigaciones, cada una con su peso y consecuencias, pueden y deben ser investigadas.