Mientras estaban saliendo los ejemplares de la edición del domingo pasado de PERFIL que llevaban como título principal de tapa “Oposición deprimida”, muy cerca de su planta de impresión, en la casa de la diputada de la UCR Silvana Giudici, del barrio porteño de Parque Patricios, la anfitriona y sus colegas diputadas del PRO, Gabriela Michetti, y de la Coalición Cívica, Patricia Bullrich, armaban un sugerente trío musical opositor interpartidario de dos guitarras y un bombo.
El canto comenzó pasada la medianoche del sábado y previamente el encuentro de amigos contó como postre con una torta decorada con la letra A, en alusión al Grupo A que unió a diputados opositores en el Congreso Nacional. El mensaje podía leerse como una despedida al frustrado intento por poner límites al kirchnerismo desde el Poder Legislativo, nacido al calor de la derrota electoral del oficialismo en 2009. Pero más correcto sería verlo como una bienvenida a las filas de un PRO ampliado a cuadros en diáspora, provenientes de la Coalición Cívica y el radicalismo (ver páginas 8 a 11 de esta edición).
De la reunión participaron otros dos diputados del PRO: Federico Pinedo y Paula Bertol, pero el valor de la foto publicada por el diario Libre el lunes pasado, donde se juntaba a las tres mujeres que más han aparecido en los programas políticos de televisión y de tres partidos cuyo elemento común fue la oposición al kirchnerismo, fue altamente simbólico.
La Ciudad de Buenos Aires no es representativa de toda la Argentina, pero en parte indica la orfandad en la que quedan legisladores del radicalismo y, especialmente, de la Coalición Cívica tras su aplastante derrota electoral.