Al finalizar el conflicto por Malvinas, la dictadura dejaba un país exhausto, con la reputación dañada por la operación militar para recuperar las islas, y una larga lista de desatinos, que incluía la violación de los derechos humanos y escarceos bélicos con Chile, por citar sólo algunos ejemplos.
En aquel período, que se abría hacia la democracia, sectores en la Argentina, el Reino Unido y los Estados Unidos estimaban aconsejable restablecer las relaciones entre las dos naciones.
Sin embargo, cualquier acercamiento parecía imposible dada la intransigencia de Margaret Thatcher y una opinión pública, en ambas sociedades, todavía afectada por la propaganda de guerra.
Desde 1981 a octubre de 1982, con epicentro en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), surgió lo que Margaret Keck y Kathryn Sikkink denominaron una “red de defensa transnacional”, que tiene lugar “cuando los canales tradicionales son ineficaces para resolver un conflicto”; en este caso, el Palacio San Martín y el Foreign Office.
“El día después de la guerra”, un documento de acceso público del CARI revela que el think-tank había contactado a instituciones análogas con el fin de sustentar la posición argentina. Entre dichas entidades se destacaba la International Studies Association (ISA), dirigida por el reconocido John Burton, que contaba con la participación del profesor de la Universidad de Maryland Edward Azar. Según se detalla, ISA “convocaba regularmente a instituciones académicas afines con el propósito de establecer una estructura cooperativa multinacional para el estudio de todas las cuestiones referentes al conflicto entre Estados”.
En ese contexto, Azar, junto con su colega Alberto Cisneros Lavaller, de la Universidad Central de Venezuela y el director del británico Royal Institute of International Affairs, David Watt, coincidieron en diversas oportunidades en el CARI, con quien luego sería su actual secretario académico, José María Lladós.
Aquel grupo, con la anuencia del fundador del CARI, Carlos Muñiz, y el apoyo de su segundo, Jorge Aja Espil, acordó poner en marcha los Talleres en Maryland, que serían el germen para reconstruir la relación bilateral.
El primer encuentro en Maryland tuvo lugar del 12 al 15 de diciembre de 1983, con dos rondas hasta 1986. A partir de 1990, la Conferencia Argentino Británica (ABC) tomaría la posta de las reuniones, en el Reino Unido y la Argentina, hasta 2003. Desde el vamos, se estableció que los paneles no cumplirían papel mediador y que el objetivo era lograr lazos entre los “policy makers”, de manera de generar previsibilidad.
En los talleres se analizó la idea del “paraguas de soberanía” que la gestión de Raúl Alfonsín tuvo entre las posibilidades para el restablecimiento de las relaciones, y que sería utilizada por el gobierno posterior para normalizar el vínculo, luego de darle giro –para satisfacción de Thatcher– a la tradicional política de la UCR basada en el cumplimiento y la promoción de los regímenes internacionales.
La ABC trató, además, el consentimiento británico para levantar su longevo veto en julio de 2001, para que Buenos Aires fuera sede del Tratado Antártico. En aquella oportunidad, el titular de la comisión de RR.EE. de Diputados, Marcelo Stubrin, recibió la aclamación en San Petersburgo, luego de que el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini negociara en Londres con su par, Jack Straw, el cambio de postura del Reino Unido.
Tampoco es casualidad que Stubrin y Rodríguez Giavarini (hoy presidente del CARI) hubieran formado parte de la ABC, junto a Juan Manuel Casella, Carlos Hebling, Fulvio Pagani, José Octavio Bordón, Lucio García del Solar y Oscar Raúl Cardoso, entre otros.
En la actualidad, la corriente de prestigio del CARI ha permeado en los formadores de opinión global. Y, a pesar de su bajo perfil, ya es tradicional que sea anualmente catalogado entre los mejores think-tanks de habla hispana en los índices elaborados por la Penn University. El aporte pluralista del CARI se ha convertido en un activo de nuestra sociedad civil en política exterior.
*Licenciada en Periodismo UB.
**Ex vocero de la Cancillería argentina.