Este 8M fue un día muy especial que abarcó la semana y sigue el mes, muchas personas hablaron y se refirieron al día, algunos y algunas, en forma muy crítica, pero fueron los y las menos, varios con regalos: flores, bombones y otras cosas, características de regalos para mujeres.
Pero lo más interesante es ver cómo eso fue aclarado por mujeres muy diversas de edad, procedencia e incluso, formas de pensar y actuar, pero que todas coincidieron en agradecer los “regalitos”, aunque pidiendo Igualdad, ya sea directamente reclamando algún derecho o señalando Gracias pero….. y allí indicaban un pedido de otro derecho a la igualdad a conquistar.
Porque la mayoría de las personas, no solo las mujeres, es consciente de que no es día para hacernos regalos, y si nos los hacen, deben acompañarse de un derecho o una actitud o acción hacia la igualdad.
Esto implica un cambio muy importante e interesante en la sociedad. Cambio que es producto de una lucha incesante y persistente de muchas mujeres y también de varones que lograron explicar, entender y cambiar.
Los medios de comunicación tienen un papel fundamental, porque es a través de mensajes y presentaciones, continuas que se desarrollan estas transformaciones.
En ese sentido PERFIL es pionero, porque designó la “Defensora de Género –cuando esto no existía en los medios del país– y creó un espacio como es 50/50 los domingos, donde se plantean temas relativos a la igualdad. Pero además, la mirada de género fue permeando los distintos sectores y áreas, logrando avances importantes.
La pregunta que sigue es: ¿esto es suficiente? Como indico en el título, “La lucha continúa” porque cada vez que logramos un derecho surge otro, y así el camino a la igualdad se pavimenta de luchas que van permitiendo acercarnos, no llegar, por eso celebramos luchando.
En ese sentido hubo dos notas en primera persona del domingo pasado en 50/50. Son dos artículos de dos mujeres que lograron alcanzar las metas que se propusieron y que dan testimonio de la lucha permanente y continua, y marcan qué sentido tiene la lucha y cómo es posible tener éxito.
Una de ellas plantea claramente cómo la maternidad le cuestionó su búsqueda de una meta ambiciosa en lo laboral y profesional, y las dudas que experimentó y superó, logrando equilibrar esa tensión entre la dedicación exclusiva a la crianza de sus hijos y la persistencia en la lucha por alcanzar el ambicioso objetivo de ser una empresaria. Ahora que logró ambos objetivos, reconoce su éxito y sigue luchando para progresar en su actividad empresarial.
El otro testimonio es el de quien reconoce que pudo tener una carrera profesional exitosa y armar una familia, algo difícil de combinar, pero no imposible, y que le permitió el desarrollo profesional y personal. Animarse a recorrer ese camino incierto y a veces doloroso, es muy gratificante. Reconoce que su generación estaba en mejores condiciones que las anteriores, pero tampoco tenía todo resuelto, ni ahora lo está para las nuevas generaciones pero es fundamental que las jóvenes conozcan estas historias exitosas para animarse.
Ambos testimonios nos indican que la lucha es permanente, pero que es posible y vale la pena emprenderla. Quienes luchamos por la igualdad entre los géneros compartimos eso, lograr una ley, como por ejemplo, la de Interrupción Voluntaria del Embarazo, un logro que nos satisface y anima a seguir para conseguir otro derecho.
Cada logro es un paso hacia la tan ansiada igualdad, pero puede caerse. Eso nos exige vigilar y cuidar lo logrado: “La lucha continúa”.
