AMaría Eugenia Vidal le tocó la responsabilidad de un cierre emotivo a los discursos con que el PRO dejó inaugurado el período legislativo de este año en los tres principales distritos del país, gobernados por la alianza Cambiemos. Más temprano, Horacio Rodríguez Larreta postuló a Buenos Aires ciudad abierta al mundo y Mauricio Macri enumeró en el Congreso una muy ajustada agenda de gobierno para este año.
Como en esa peculiar línea de montaje nada es fruto de la improvisación ni del azar, no sorprende el tono elegido por la gobernadora bonaerense y previamente combinado en la mesa chica con el jefe del Gobierno porteño y el presidente de la Nación. Es decir que la carga casi brutal contra los sindicatos docentes es una decisión muy meditada.
Más que por el descontado rechazo a la oferta del 15% de aumento efectuada por la Provincia y la previsible medida de fuerza adoptada por el Suteba y la FEB, con efecto de arrastre sobre sindicatos más pequeños. Ni por el alcance nacional dado al paro por la Ctera donde predominan Roberto Baradel y, en menor medida, Mirta Petroncini, los jefes de esos gremios reacios al acuerdo.
Aunque esa conducta revelaría a Vidal certezas de los planes del kirchnerismo. El más importante, trabajar sobre su propia profecía autocumplida: un declive del programa económico y una inevitable candidatura presidencial de Vidal como salvataje en esa emergencia. La unidad del peronismo detrás de Cristina Fernández de Kirchner, garantizaría al PJ la recuperación del gobierno bonaerense.
Una pista la dio Baradel antes de la discusión salarial. Pidió asistir al Congreso del PJ en Costa del Este para presentar un crítico informe sobre la situación del Instituto de Previsión Social (IPS), administrado de 1987 a 2015 por el peronismo. Por cada pasivo hay 3,3 activos en el Estado bonaerense. Las proyecciones a dos años son alarmantes: la proporción se achicaría a uno por cada 2,2 agentes en servicio.
Vidal pospuso el debate sobre una solución de fondo que podría afectar los intereses de los maestros, con un régimen previsional de privilegio: pueden acogerse a los 50 años si acreditan 25 de trabajo. Aliado incondicional de Cristina, Baradel viene agitando una campaña contra cualquier tipo de reforma en el IPS.
La extraña predilección de la ex presidenta por la Seguridad Social quedó expuesta con las últimas escuchas reveladas sobre los diálogos filosóficos con Oscar Parrilli. En esas especulaciones, Macri no tendría cómo resolver el pago de las jubilaciones que ella otorgó. Mucho antes, apostó al fracaso de la salida del cepo cambiario, el reajuste tarifario y el gradualismo que colaborarían con su victoria electoral en 2017. Nada de eso ocurrió hasta ahora.
Es obvio que el futuro político de Cambiemos se resolverá en el GBA: del 37% de votos obtenidos alrededor de 38 puntos fueron recogidos en la región Sur del Conurbano. Especialmente en La Matanza, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría.
Excepto el primero, el resto de los municipios explora una convivencia con Vidal. Los intendentes Martín Insaurralde, Mariano Cascallares y Fernando Gray retuvieron sus distritos luego de rectificar campañas sobre la marcha. Lo que incluyó sacrificar a la ex presidenta y comenzar a admitir antes de contar los votos el liderazgo de la gobernadora.
El discurso del jueves no se apartó un centímetro del método que aplicará para confirmarlo: sensibilidad, obra pública y lucha contras las mafias. Particularmente, las sindicales. Sobre este ítem el énfasis lució más cuidado. Un tributo a la alianza incondicional con Macri, encerrado en una compleja disputa con el sindicato de Camioneros del clan Moyano.
*Politólogo y periodista.
El discurso del método
