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El elegido

Albert Marquet 20230701
Albert Marquet | Wikipedia.org

El centésimo tercer fascículo de la Pinacoteca de los genios, impreso durante algún año de la década del 60 por Editorial Codex, da cuenta de una figura ideal para participar en la Antología Universal de Artistas de Segundo, Tercer o Cuarto Orden, o, por nombrarla de otro modo, Catálogo Universal de Opacidades. Se trata de Albert Marquet, de cuya existencia y obra el lector de PERFIL no sabía nada hasta que me decidí a exhumarlo como puntapié inicial de mi proyecto, que así inauguro para conocimiento del mundo.

Albert Marquet nació en Burdeos en 1875, en el seno de una familia de modesta situación económica. A los 15 años entró en la Escuela de Artes Decorativas, donde conoció a Henri Matisse, seis años mayor que él, y que será su amigo de toda la vida. La crítica generosa dirá que la común amistad influirá positivamente en ambos, acostumbrándolos a provechosos intercambios de opiniones y descubrimientos, pero nosotros sabemos que Marquet no hará otra cosa que imitar la obra del talento mayor. Esforzadamente. Infructuosamente.

Albert Marquet nació en Burdeos en 1875, en el seno de una familia de modesta situación

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En algún momento, ambos artistas, necesitados de dinero, se emplean como pintores decoradores de una empresa encargada de la preparación de los estucos del Grand Palais para la Exposición Universal de 1900; pronto Matisse ligará mejores encargos, en cambio Marquet seguirá bajo esos techos, pintando guirnaldas por un salario irrisorio. Ese mismo año, no obstante, creerá atisbar la posibilidad de un golpe de fortuna: expone en el Salón de Independientes y en el Salón de Otoño, junto al propio Matisse, Derain y Vlaminck, todos ellos mucho mejores. Consigue algunos clientes (no pinta mucho, pero vende barato), se estaciona en Saint Tropez, que antes que él Signac había descubierto como lugar vacacional y oportunidad de paisajismo. Condescendiente, Monet dice que gusta de su obra y le compra un cuadro. Marquet cree alcanzar el cielo con su pintura de vuelo bajo.

El resto de su vida transcurre entre viajes por Italia, Marruecos (con Matisse), Holanda, Egipto, Rumania, Suiza y la Unión Soviética. Lo que pinta es lindo, agradable, insignificante. Poco antes de morir, en 1947, publica una serie de litografías que no nos interesan.