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El Gobierno abandonó la parálisis

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El espectro de la inacción, que había surcado los salones de la Casa Rosada en los primeros días posteriores a las primarias, finalmente se desvaneció. No hay evidencias de un golpe de timón significativo. Pero Cristina Kirchner finalmente mostró reacción.

Con la certeza de que Sergio Massa se consolida en las encuestas con una ventaja de unos 10 puntos, el candidato a diputado kirchnerista Martín Insaurralde buscó el permiso de la Presidenta para presentarse en TN, el canal de noticias del Grupo Clarín. Y la contestación fue afirmativa. Tras una semana de desconcierto, el Gobierno enfrentó las malas noticias que le trajeron las primarias con una sucesión de anuncios económicos dirigidos a la clase media, al tiempo que aceptó que tanto Insaurralde, como el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, ocuparan espacios en los medios que antes estaban vedados.

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La mayoría de los ministros del gabinete se inclinaría rápidamente por una estrategia política de apertura, por la búsqueda de nuevas alianzas que ensanchen la base de sustentación del Gobierno y por una presencia protagónica en los medios, sean oficialistas o críticos. Lo comentan cuando pueden. No así Cristina Kirchner y un puñado de dirigentes de La Cámpora que aún creen posible recuperarse en soledad. En la trinchera. Pero las necesidades resquebrajaron el dique. Insaurralde, como los ministros, son movidos por el pragmatismo: “No hay que dejar sillas vacías”, argumentó el candidato a diputado tras el programa en TN. Su estrategia es la supervivencia antes que las fantasías de epopeya con las cuales un puñado de dirigentes recubren sus discursos, para luego resultar ineficientes en la práctica.

El mismo pragmatismo llevó a un grupo de intendentes oficialistas a diluir sutilmente la presencia de Cristina Kirchner en la propaganda proselitista de sus comunas. Creen que pueden sumar más votos si se disimula el vínculo con el gobierno nacional. El significado de la maniobra es evidente, pero en la intimidad presidencial prefieren ignorarlo.

Antes de las primarias, Jorge Obeid le adelantó a Cristina Kirchner su interés por asumir la candidatura a diputado en Santa Fe:
–Yo voy si vos vas. –le dijo el santafesino a la Presidenta. Fue tal vez una de las interpelaciones más directas para conocer los deseos reeleccionistas de Cristina Kirchner. Ella respondió con ambigüedad. Pero Obeid se fue convencido de que Cristina intentaría un nuevo mandato en 2015. Así se lo comentó a sus compañeros de ruta provinciales. Aquello, claro, fue antes de las primarias de agosto y la evaporación de cuatro millones de votos del patrimonio kirchnerista. Sin una nueva reelección, la Presidenta define ahora la forma cómo contendrá el poder en dos años complejos de mandato.