Hay un sketch de Cha Cha Chá que circula por YouTube y que recomiendo, donde Alfredo Casero
dirige una convención de Batmans del Mercosur. El Batman uruguayo toma mate, el Batman paraguayo
pide la palabra para presentar una queja formal por el traje de superhéroe que en esas latitudes da
mucho calor. En eso, entra Superman que está en una convención al lado y pide que bajen la voz. Lo
insultan, le gritan gringo, extraterrestre, le tiran cosas y lo echan cantando la marcha peronista,
convocando a una movilización central contra el imperio yanqui, tocando el bombo (el Batman
brasileño duplica el ritmo haciendo un pasito de samba).
Esta semana en la Legislatura del Chaco, durante una votación, radicales y oficialistas se
trenzaron en una batalla de sillas voladoras que terminó con la infantería y la marcha cantada a
los gritos. Ahora, en Buenos Aires, mientras escribo esta columna, los noticieros dicen que hay
clima de tensión en Diputados, hablan de posibles agresiones en la jura de los 127 nuevos
legisladores. El jefe del bloque de la UCR denuncia que hubo amenazas de las barras. La Cámpora
espera instrucciones para ver si hay que pudrir todo. ¿Será realmente así? ¿Habrá violencia?
Me pregunto cómo será la rosca por las comisiones ahí dentro, los secretos y las puertas
cerradas y los celulares al rojo vivo, quién se quedará con la mayoría, quién controlará la Cámara
a partir del 10 de diciembre. ¿Qué pasará en la votación y en la jura? ¿Habrá cantitos de cancha
desde los balcones y galerías? ¿Habrá lluvia de papelitos? ¿Se convertirá el Congreso en un estadio
con barras, gritos, banderas, insultos y objetos voladores? Los diputados electos temen ser
escupidos, les aconsejaron no llevar a familiares. No tranquiliza demasiado saber que Pinky va a
estar a cargo de la sesión. Afuera se congregan los manifestantes, adentro parece que no hay
acuerdo. No van a funcionar los tableros, la votación se hará levantando la mano. Sería muy torpe
por parte del oficialismo montar un cataclismo en el Congreso. Pero con el kirchnerismo nunca se
sabe. La sesión empieza a las cinco en punto de la tarde.
