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El huevo de la serpiente

Se queja, quizás con razón, de quienes lo califican de nazi y antisemita, sus ideas son contrarias a cualquier nacionalismo y a cualquier protagonismo del Estado pero su estética heavy metal, de rock pesado, oscura, tiene reminiscencias que lo emparentan.

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bunker de Milei. | Sergio Piemonte

Al peronismo en sus orígenes también se lo calificaba de fascista y que los votos de Milei provengan de mayor proporción del interior, de provincias donde el peronismo fue la fuerza hegemónica, mientras que en Ciudad de Buenos Aires, donde surgió electoralmente el fenómeno electoral de Milei hace dos años, tenga la mitad de los votos que a nivel nacional demuestra que La Libertad Avanza se convirtió en una fuerza popular.

Negro es el color más repetido, el temor a un  lunes negro de la economía, voto negro en lugar de en blanco por el voto catártico a Milei. Si se suma el 30% del “voto en negro” (Milei) y el 30% del voto en blanco de quienes decidieron no ir a votar, más de la mitad de población votó contra el sistema político.

Se volvieron a escuchar frases como “el país que supimos destruir”,  o “miremos si tenemos el pasaporte actualizado”.

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Hasta ahora el ganador de las PASO siempre llegó a la presidencia: Cristina Kirchner y Alberto Fernández, o al ballottage: Scioli.  ¿Tiene garantizado Milei el paso a la segunda vuelta y entonces Patricia Bullrich con Sergio Massa deberían ahora competir entre sí?

Hasta que Mauricio Macri apareciera en el escenario de Juntos por Cambio para cerrar el acto felicitando a Javier Milei, podía quedar la especulación sobre cuál sería la estrategia de Patricia Bullrich y su disyuntiva:  correr su discurso al centro para fidelizar los votos de Horacio Rodríguez Larreta o profundizar su posicionamiento hacia el sector de Milei. No fue necesario,  Mauricio Macri lo hizo.

Ahora le queda otra disyuntiva porque si Juntos por Cambio se asemeja a Milei compitiéndole ambos a Sergio Massa, podrían darle la posibilidad de Unidos por la Patria de amalgamar a todos los sectores que rechacen una posición percibida como de derecha. Una salida similar a todos los partidos políticos contra la derecha de Le Pen en Francia.

De ser así, por primera vez,  no sería una clásica confrontación entre peronismo y antiperonismo, lo que significa un riesgo para Juntos por el Cambio. Ya Sergio Massa en su discurso de cierre anoche comenzó a convocar a radicales y otras fuerzas del campo popular en una cruzada “nosotros contra ellos”.

Si Unidos por la Patria lograse catextizar a Juntos por el Cambio como lo mismo que Milei, tiene la posibilidad de que los voten quienes nunca antes habría votado a un candidato panpaperonisa. Finalmente sumar “enemigos de mi enemigo” y construir una masa crítica suficientemente numerosa, es el arte de la política, de hecho Maurico Macri llegó a la presidencia en 2015 partiendo de una cantidad de votos en las PASO similar a la que ahora tuvo Sergio Masa, en su caso sumó primero los votos de sus aliados internos y luego los de Massa por entonces opositor del kirchnerismo. 

La paradoja de la historia sería permitirle a Massa hacer ahora el mismo recorrido del Macri de entonces, en este caso sumando a todas las palomas de Juntos por el Cambio más el peronismo cordobés y el socialismo santafesino.

Juntos por el Cambio hizo peor elección a la esperada y proporcionalmente Unidos por la Patria, mejor. Alrededor de solo 2% de diferencia entre ambas coaliciones no parece representar el clima crítico al gobierno nacional.

Como siempre se explicó, estas elecciones en Argentina son un recorrido con tres etapas, PASO, primera vuelta y posiblemente segunda, los penales a los que se refirió Massa tratando de asimilar el futuro del oficialismo con el de la Selección Argentina de fútbol en el Mundial de Qatar que comenzó perdiendo y termina capeona por penales.

El huevo de la serpiente es una clásica película de Ingmar Bergman, ambientado en los años 20 de una Alemania en medio de la hiperinflación y el orgullo herido por haberse convertido en un país muy por debajo de sus expectativas tras la derrota en la Primera Guerra Mundial. Ese desaliento social fue el germen, el huevo de la serpiente, que arrasó con los partidos políticos tradicionales y permitió a emergencia del partido nazi de extrema derecha con Adolf Hitler como su conductor, por entonces también considerado un loco.

La comparación con La Libertad Avanza es injusta, quizás Milei pueda ser comparado con Bolsonaro y con Trump, ejemplos más modernos de líderes disruptivos, pero la ideología de Milei está a la derecha de la de Bolsonaro y Trump.

Argentina comienza hoy un nuevo ciclo de la política arrancando con virtuales tres tercios: 30-28-27 que se tendrán que reformular un dos mitades en un ballottage o en un 40-30-20 para que el primero pueda ganar en primera vuelta obteniendo 10% más de votos sobre el total de diferencia con el segundo.

Quedan poco más de dos meses para la elección general de primera vuelta y tres meses si hubiera ballottage, equivalente a un siglo en política y dos siglos en vertiginosa Argentina.

Aun en el caso de que Javier Milei no llegase a consagrarse presidente, la cantidad de legisladores que obtendría La Libertad Avanza, de repetir en octubre  la cantidad de votos de las PASO, colocará a ese campo político siendo una fuerza parlamentaria de peso. Esa es la apuesta de Mauricio Macri y Patricia Bullrich: sumar las fuerzas en el Congreso para no precisar consensuar con el panperonismo las reformas a instrumentar y tener un rumbo legitimado frente a la opinión pública al sumar los consensos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza. 

Desde esa lógica, aunque Juntos por el Cambio haya hecho una mala elección Mauricio Macri ganó porque suma para sí los votos de La Libertad Avanza también como propios.

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