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inteligencia artificial

El juego de los koans y las alas de las mariposas

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tractor de Lorenz. Sistema tridimensional exhibe un comportamiento caótico. | CEDOC PERFIL

Paradojas, metáforas, analogías, ironías, silencios, lo orgánico y lo artificial, la centralidad y la otredad son elementos constitutivos atravesados por la filosofía, la antropología, la hermenéutica, la física, la química y la matemática, una invitación  a la relectura, a situarse en otros márgenes de la problematización discursiva.

Pensemos en el discurso como un campo de juego definido por sustituciones infinitas que operan por ausencia de la centralidad, manteniendo la tensión entre opuestos binarios, en constante iteración.

La paradoja de Epiménides sintetiza la antítesis verdad/mentira donde cada unidad léxica se pliega y se repliega  como si fuesen reflejos invertidos generando una experiencia creativa, modificando el pensamiento puesto que la mente se reorganiza a la nueva percepción de la realidad. Sin embargo, si  presentamos un enunciado paradojal a un software con inteligencia artificial probablemente se produciría un “desajuste” en la operatoria binaria “verdadero” y “no verdadero”, ya que las paradojas iterativas conducen al caos.

Como sostiene Gödel, siempre habrá información faltante, un agujero en el centro de esta lógica.

El caos potencial de la información faltante se aplica naturalmente desde la física cuántica pasando por la economía hasta  esa complejidad numérica llamada ecuaciones para generar patrones y modelos a fin de predecir, por ejemplo, la cosecha de este año o el surgimiento de los gigantescos rizos autorreferenciales del desarrollo evolutivo: la mutación del ADN mediante una iteración constante de material genético.

 Lo mismo sucede en el lenguaje, dispositivo superlativamente circular y autorreferencial. Así, una lectura deconstructiva debe centrarse en distintas figuras del discurso y orientarse hacia  aquellos rasgos o elementos considerados como subjetivos o azarosos, en definitiva, buscar los koans: construcciones en constante cambio y movimiento que nos señalan la incompletud de la lectura acerca de la conceptualización de la realidad. En otras palabras, un sistema no lineal de autoorganización que obliga a nuestras mentes a  moverse de forma espiralada en la resolución de un problema. En la praxis interpretativa, estos koans representan una desviación de las normas lingüísticas que gobiernan el lenguaje. En un sistema automatizado, estas anomalías podrían ser materializadas como un vector multidimensional o como  representaciones simbólicas de las categorizaciones léxicas.

En el pasaje dicotómico,  el descubrimiento de la doble identidad del quantum de energía de Max Planck es comparable a fenómenos lingüísticos  donde ciertos problemas pueden resolverse contemplando el lenguaje como un sistema dinámico complejo no-lineal o un campo caótico en los que “cada momento caótico del presente es un espejo del caos del futuro” (Briggs & Peat, 1999). Un cambio mínimo en cualquier componente de un nivel lingüístico causaría un desequilibrio que, a su vez, podría desencadenar modificaciones en otros: la introducción de nuevas palabras mediante el contacto con otra lengua posibilitaría la incorporación de un  elemento nuevo de la sintaxis o la generación de un morfema, cuyo origen no es el cambio per se sino el fruto de interacciones de múltiples variaciones casi imperceptibles. Y así, ante las condiciones del cambio inicial en los sistemas inteligentes seguiremos pensando en un atractor extraño o simplemente en las alas de una mariposa.

 

*Lingüista.