Una vez más, la incongruencia y el error se adueñaron de parte de la portada en la edición de ayer de PERFIL. Un título afirma allí que “se duplicaron los partos post 50 años en GBA”, datos que no se corresponden con la interesante nota incluida en las páginas 30 y 31, sección Ciencia. Vayamos por partes:
La incongruencia: lo que el artículo deja expuesto es que los partos de mujeres mayores de 45 años pasaron de 99 en el año 2004 a 176 en 2013 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, último dato registrado por la Dirección de Estadísticas e Información de Salud de la Nación. En ese informe se indica que el total de nacimientos con esa base etaria fue de 1.417 en todo el país, y que de ese número 103 fueron los bebés paridos por mayores de 50 años. Por lo tanto, atribuir tamaño crecimiento a las mayores de 50 y no de 45 es una simplificación exagerada que no guarda coherencia entre lo que se dice en tapa y lo que se expone en el interior.
Errores: una cosa es el GBA (Gran Buenos Aires, como territorio, o Gobierno de Buenos Aires) y otra muy distinta la CABA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde fueron registrados los datos; una cosa es 75% (lo que va de 99 a 176) y otra cosa, el doble.
Voces ausentes. También ayer, un muy impactante informe encabezó la sección Policiales, ocupando tres cuartas partes de las páginas 46 y 47. Se registró allí un pormenorizado relato acerca del sistema parapolicial al parecer desarrollado en uno de los sectores de la feria La Salada por la empresa de seguridad Vae Soli, con un total de setenta vigiladores –controlados por cinco supervisores– y un jefe. La nota –en la que se exponen graves acciones– se basa en relatos de tres ex integrantes de ese cuerpo, incorporados a un expediente penal en la UFI N° 12 de Lomas de Zamora, presentaciones ante la AFIP y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, y denuncias por trabajo en negro concretadas en los tribunales de Quilmes.
Es norma en este diario que toda afirmación que implique o comprometa a personas, instituciones, empresas u organismos debe ser cotejada con lo que los responsables de éstos tienen para decir. El tañido de una sola campana no es periodísticamente correcto; se hace imprescindible contar con la otra o las otras. En este caso, no están presentes las voces de los responsables de la firma citada (Vae Soli, dirigida por Luis Nelson Davalos), ni de quien conduce el sector de La Salada conocido como Urkupiña (Quique Antequeira) y tampoco del fiscal que actúa en el caso penal.
O no se los consultó o existió un intento fallido por lograr sus declaraciones. En este último caso, se debió consignar la negativa.
Firmas. Las reglas de estilo de este diario establecen que todo texto mayor de mil caracteres debe ser firmado por quien lo escribió. Los lectores habrán observado la ausencia de firmas en numerosos artículos publicados en la edición de ayer. Ello se debe a una decisión gremial adoptada por el Plenario de Delegados Autoconvocado de la Prensa Escrita, Radial y Televisiva, por situaciones de conflicto en varias empresas periodísticas (no se menciona Perfil entre ellas) y la disputa que esa organización (integrada por trotskistas, peronistas e independientes) mantiene con la conducción sindical del gremio.
Lector atento. Tiene razón el señor Claudio Sánchez, cuya carta encabeza el correo de hoy. No hay coincidencia entre una cifra indicada en el copete de la nota “Brasil, con doble de graduados” (domingo 12, páginas 46-47) y la que figura en el texto y en la infografía que lo acompaña. “Argentina –dice el copete– tiene altos niveles de ingreso universitario, pero sólo seis de cada diez alumnos que inician sus estudios completarán la carrera”. Es un error de quien editó el artículo: según lo que se consigna en la nota, el promedio de egresados universitarios en establecimientos del Estado y privados es 65%.
Encuestas. Una vez más, debo cuestionar el tratamiento que se le da a la reproducción de datos vinculados con encuestas, cuya validez no niego pero que merecen estar acompañadas por las fichas técnicas que les dan sustento.
En la página 8 de la edición de ayer se publicó un artículo titulado “La candidatura de Tinelli no enamora a los bonaerenses”, que incluye los resultados de mediciones sociales realizadas por tres encuestadoras, dos de ellas con resultados bastante parecidos y la restante con alguna diferencia. Ninguna de las tres indica datos esenciales: cuándo fue realizada la muestra, cuál fue su universo, cuál su extensión territorial, etc. Sólo en un caso se indicó que fueron mil respuestas. Para beneficio del lector, tales omisiones no deberían volver a ocurrir.