El Evangelio según San Juan “Cabandié” –el que pidió aplicar un “correctivo” a una agente de tránsito– anuncia que Néstor resucitará dentro de cuatro años. Se lo verá más gordito y se hará llamar “Máximo”. Saldrá de alguna cueva después de cambiar dólares y dirá su célebre “sermón de la montaña de guita” en el que dará la vieja buena nueva: “Luche y vuelve la joda”.
A los pescadores de curros les tirará un cornalito a cuenta de la reproducción de los peces gordos. Las facturas con sobreprecios se repartirán cuando echen a los fariseos del templo rosado. Hasta Lázaro Báez revivirá. “Levantate de una vez, gordo –le dirá Máximo– y andá a embolsar la diferencia, esta vez no quiero que se te caiga ni una anchoa”.
¿Por qué no? Si los cristianos retienen el poder 2 mil años después, festejando que Jesús nació en Belén y no en Nazaret, en una fecha –el 24 de diciembre– inventada mucho después, sin reconocer que transaba con la Magdalena y dando por cierto que murió y resucitó, ¿qué les impide a los “cristinos” darse con saques de relato? Si Jesús es Cristo, ¿por qué el Néstor mudo durante la dictadura no iba a ser también el mesías charlatán de los derechos humanos?
San Mariano “Recalde” le vio la cara a Dios. Sin antecedentes ni méritos para el cargo cobra 100 mil de salario y 2 millones de dólares diarios para sostener Aerolíneas en el aire. Dicen que fue su padre, el abogado laboralista Héctor Recalde –conocido en los sindicatos de apóstoles como “Judas”–, el que lo llevó de la mano a la gruta para que debutara en el movimiento. Cuando estaba acabando de asumir, el pibe gritó: “Esto es mejor que la play, papá”.
En el Evangelio según San José “Ottavis” –denunciado por maltratar y golpear a su ex mujer– se cuenta el origen de la fortuna familiar del Señor de los Cielos y la Virgen embarazada por el Espíritu Santo desde que, tentados por la víbora ambición, les dieron el primer tarascón a los suelditos manzana que paga el Estado y se sucedieron los milagros: “De pronto, un intenso rayo de luz en medio de la negra noche menemista surcó los cielos. La cometa extraordinaria describía un arco cegador en el cielo. Al tocar tierra, siguió brillando en el rescoldo de una hoguera. Néstor se despertó sobresaltado. Una voz de cascabel le hablaba al oído: ‘Ahí te dejé los 700 palos dólar por apoyar la privatización de YPF’. Sonámbulo, Néstor caminó descalzo, en camisón, bajo el viento helado y llegó hasta el lugar. ‘¡Extasis!’, dijo, al ver el cheque. Esa noche, de regreso a la cama, soñó con su primera caja fuerte”.
San Andrés “Larroque” –el “cuervo” que silbó la elección de Bergoglio como papa y después fue a sacarse la foto y le llevó una camiseta de La Cámpora a Francisco– aclara que parte de esa fortuna acumulada al pie de la Santa Cruz está disponible entre los necesitados de comprar predicadores. Queda también, poquito, para conversos y pecadores como Scioli. A quien le darían una mano. Sólo una.
Como en toda secta, hay rituales públicos. La “misa de los patios” para agradecer y adorar a la virgen, “la tirada de cadena nacional” para evacuar al diablo opositor, causante de todos los males, y la “lectura del catecismo en Facebook y Twiter” para saber qué pensar y decir si alguien duda y pregunta por qué Caín Stiusso, hecho a imagen y semejanza, suicidó a su hermano Abel Nisman. Pero importan también los gestos privados. El puesto y la caja para los monaguillos serviles y, sobre todo, la memoria selectiva que sabe distinguir entre cómplices y apóstatas.
Si usted es de los que tiene hambre de todo, vivienda, educación, salud, trabajo, y sed de justicia, no de subsidios, olvide eso de “bienaventurados los pobres y los que lloran y bla, bla, bla”. En este reino no hay cielo, ni esperanza. Será mejor que se escriba su propia versión de la historia con los protagonistas que ya conoce, desde Menem a la fecha, sin atender a profetas mercenarios y sin crear nuevos dioses. Está visto que se vuelven muy ambiciosos y terminan traicionando todo.
*Periodista.