El presidente Xi Jinping ofició de anfitrión en la visita de Emmanuel Macron a Guangzhou. El encuentro revistió un carácter especial después de las reuniones oficiales mantenidas en Beijing. La ciudad de Guangzhou está ubicada a 120 km de Hong-Kong y está considerada la urbe más importante después de Beijing, Shanghái y Shenzhen. Hace no más de cuatro décadas era una zona atrasada, conocida por el contrabando y destino de miles de chinos que buscaban refugio en Hong-Kong para huir del hambre y la miseria.
La agencia de noticias china señala que Xi Jinping explicó que para entender la China de hoy es necesario conocer su historia. El reporte afirma que la ciudad de Guangzhou es la “cuna de la revolución democrática y la vanguardia del proceso de apertura y reforma”. En esa ciudad comenzó el desarrollo de las zonas económicas especiales donde se localizaron las primeras inversiones externas para producir y exportar hacia Europa, Japón y Estados Unidos.
La noticia no menciona que el padre de Xi Jinping, Xi Zhongxun, fue quien llevó a cabo el proceso de reformas en la provincia de Guangdong donde se encuentra la ciudad de Guangzhou. Después del golpe de Estado de 1976, Xi Zhongxun fue rehabilitado por el Comité Central del PCC y designado en distintos cargos hasta llegar a Gobernador y Comisario político de la región militar. Los salarios en la zona eran una centésima fracción de las remuneraciones en Hong-Kong.
Los relatos indican que Zhongxun fue quien convenció a Deng Xiaoping en 1979 para diseñar una política comercial para la región e invitar a las empresas extranjeras para instalarse en las zonas fronterizas con Hong-Kong, Macao y Shantou. Xi presentó su propuesta para la creación de una zona especial en julio de 1979. El Consejo de Estado aprobó la primera de las cuatro zonas económicas especiales con sus propias normas independientes de los regímenes vigentes en el resto del país. El éxito hizo que en 1984 se sumaran otras catorce.
No fue la primera vez que el padre de Xi Jinping tuvo que emprender el exilio interno.
El proceso de apertura fue cuestionado en diversas oportunidades. En 1988, Xi Zhongxun fue forzado a retirarse debido a su apoyo al entonces Secretario General del PCC, Hu Yaobang, quien fuera acusado de querer avanzar con “reformas burguesas” que pondrían en peligro el control del partido. Las protestas y masacre de Tiananmen en 1989 están relacionadas con la censura impuesta por el gobierno en ocasión del fallecimiento de Hu.
No fue la primera vez que el padre de Xi Jinping tuvo que emprender el exilio interno por discrepancias con los líderes. En 1935 fue encarcelado y condenado a muerte por oponerse a las tendencias izquierdistas de la conducción conmutándosele la pena a pedido de Mao solo cuatro días antes de la ejecución. En 1947 fue designado miembro alterno del Comité Central y subdirector del departamento de organización. Las crónicas relatan que Xi mantuvo una posición moderada respecto a la reforma agraria para no afectar la producción granjeándose la enemistad de los sectores radicalizados. En 1956 fue elegido segundo de Zhou Enlai.
En 1962, Xi Zhongxun fue otra vez acusado de revisionismo, removido de sus funciones y trasladado a una fábrica de tractores. Durante la revolución cultural sufrió persecución y encarcelamiento en Beijing hasta 1975. Nuevamente, fue rehabilitado por Deng Xiaoping en 1978.
La agencia china no menciona si Xi Jinping hizo referencias a su padre en las conversaciones con Macron, pero el incidente fuera del protocolo es una demostración de la influencia del recuerdo de su progenitor. La biografía de Xi padre muestra la incesante lucha interna en el seno del PC a pesar de querer presentárselo como un ámbito de discusión y participación donde ascienden los mejores. Xi Jinping no es ajeno a esos vaivenes. En 1962, cuando su padre fue perseguido por la revolución cultural, y con solo 9 años fue obligado a dejar el confort y educación de los hijos de la elite dirigente para trabajar durante su adolescencia en una brigada campesina en la provincia de Shaanxi. En 1975, con la rehabilitación de su padre, ingresó a la Universidad de Beijing para estudiar ingeniería y teoría marxista.
El control férreo que Xi Jinping ejerce desde 2013 es consecuencia de su propia historia y de un régimen donde la moderación y las dudas son consideradas una debilidad que conduce al destierro y al olvido.
*Diplomático.