"El sufrimiento, la soledad, el abandono, la pobreza, son campos de batalla que tienen sus propios héroes; héroes oscuros, más grandes que los héroes ilustres".
Víctor Hugo, "Los Miserables"
La humanidad evidencia un escenario inédito. Nunca antes visto y, quizá, irrepetible. La globalización de la pandemia redefinió la figura de “aldea global” de McLuhan en términos de experiencias compartidas a nivel planetario. De Teherán a Madrid, de Seúl a San Pablo, de Johannesburgo a Nueva Delhi, de Nueva York a Oslo, el mundo entero convive en un experimento común que se traduce en el temor al contagio y la incertidumbre sobre el futuro.
Esta suerte de posmodernismo viral permitió observar diferentes respuestas para enfrentar la pandemia. Así apareció la “gobernanza de epidemiológicos”, que propuso una cuarentena estricta para controlar la curva de contagios. Pero también surgió la “supremacía mercantilista”, que priorizó las recetas económicas por sobre las sanitarias.
Alberto Fernández se encolumnó prematuramente en el primer grupo. La baja densidad de muertos por Covid-19, en comparación con la tragedia que evidencian Brasil, Chile y Perú, por citar solo algunos casos regionales, demuestra que la apuesta del Gobierno fue eficiente. Argentina no verá colapsar a su sistema de salud y los médicos no deberán enfrentarse al dilema ético de elegir a qué paciente terminal entregar la “última cama” de terapia intensiva.
Pero la morfina aplicada sobre el andamiaje económico reprodujo, obligadamente, otra crisis: la “pobreza Covid”. Y, es obligación moral remarcarlo, se trata de un desafío tan urgente como el del mortal virus.
La morfina aplicada sobre el andamiaje económico reprodujo otra crisis: la “pobreza Covid”. Se trata de un desafío tan urgente como el del mortal virus.
Esta semana se publicó un documento elaborado por Unicef que arroja datos alarmantes al respecto. Se titula “La pobreza y la desigualdad de niñas, niños y adolescentes en la Argentina. Efectos del Covid-19” y aunque allí se destaca que el Gobierno implementó medidas para mitigar los efectos negativos del aislamiento social, el paper advierte sobre el terrible impacto que el confinamiento produjo en los sectores más vulnerables.
Antes del coronavirus, la pobreza de niñas, niños y adolescentes era del 53% en Argentina, pero Unicef ahora calcula que hacia fines del 2020 esa cifra podría situarse en un 58,6%. Por su parte, la indigencia crecerá este año del 14,1% al 16,3%. Esto implicaría que la cantidad de niñas, niños y adolescentes pobres pasaría de 7 millones a 7,7 millones, de los cuales 400 mil menores estarán en situación de pobreza extrema. “Podrían denominarse pobres Covid, dado que surgirían como consecuencia de la recesión pronosticada”, advirtió Unicef.
La pobreza de niñas, niños y adolescentes era del 53% en Argentina. Unicef ahora calcula que hacia fines del 2020 esa cifra podría situarse en un 58,6%.
El organismo que depende de la ONU para la niñez destacó las medidas tomadas por el Gobierno para palear la crisis. Es una batería de emergencia que pasó de $514 mil millones a $650 mil millones, alcanzando un 2% del PIB estimado para 2020. Esto se explica por los aumentos en partidas destinadas a políticas alimentarias ($38 mil millones), la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo ($3.100 millones) y la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia ( $89.630 millones), entre otras.
Pero para hacer frente a la emergencia, el ensayo ofrece tres recomendaciones: mejorar el poder adquisitivo de la AUH como principal mecanismo de protección de ingresos a la niñez; ampliar la base de los programas de protección social; y reforzar las medidas para hogares ubicados en los sectores más carenciados del país.
En pocos meses, Argentina se ha convertido en un ejemplo mundial sobre cómo enfrentar el coronavirus. Pero el desafío que se evidencia en el corto plazo está relacionado con el anterior: las medidas tomadas para combatir la pandemia provocaron un aumento exponencial de la “pobreza Covid”. Y ya es tiempo de empezar a aplanar esta curva.
*Doctor en Ciencias Sociales. Director de Perfil Educación.
En twitter: @rodrigo_lloret
