Sabemos que, hasta abril, el crecimiento de la pobreza fue de 13,5 pp en el GBA, donde residen 12,8 millones de personas según estimaciones del Instituto Gino Germani de la UBA que oportunamente publicara PERFIL, deterioro que es fácil advertirlo continuó profundizándose en los tres meses venideros hasta incorporar a dos tercios (o 3 pp de población) del 4,5% de la población vulnerable, que según datos del CEPA superaba en abril el valor de la línea de pobreza por menos del 10% y cuyos ingresos fueron depreciados por el aumento de precios acontecido en el lapso mayo-julio de 7,5% acumulado en el trimestre según todos los datos disponibles. Así las cosas la pobreza por ingresos trepó 16,5 puntos en el lapso noviembre 2015/julio 2016 en el GBA lo que supone 2,1 millones de pobres adicionales sólo en el GBA.
A esta inédita declinación socioeconómica de amplios segmentos poblacionales, debemos agregar que hasta fines desde noviembre de 2015 y hasta fines de mayo según el Observatorio del Derecho Social se perdieron 128.294 puestos de trabajo, sólo en el ámbito de los empleados registrados por lo que si agregamos el empleo informal perdido la cifra supera los 200 mil puestos hasta mayo, por lo que la proyección a julio permite advertir la magnitud del deterioro nunca inferior a los 300 mil puestos de trabajo perdidos.
Por otra parte, el ritmo inflacionario no se detiene y, mientras el IPC de CABA señala una inflación de 47% anualizada, el promedio de las consultoras privadas se ubica en un 43%, por lo que el promedio salarial convencionado (33%) sufre una pérdida de no menos de 10 pp.
La reapertura de paritarias en este contexto es un reclamo muy pertinente (nunca antes desde la megacrisis de 2001 el salario perdió poder adquisitivo), reclamo que promovió un nuevo hit en la comunicación gubernamental en boca del ya prolífico cantautor Marcos Peña, que desautorizó el pedido bajo la original tesis nunca antes escuchada: “Los acuerdos reflejan la inflación que viene”, sostuvo Marcos Peña sin ruborizarse, algo así como los aumentos de 2016 reflejan la inflación de 2017. Un gran éxito, que empalidece al mismísimo Pity Alvarez. ¡Marquitos es un crack!, se entusiasma un porteñizado Duran Barba.
En el terreno social el Gobierno entonces no puede estar peor, ahora bien, siendo como es el mejor equipo de los últimos cincuenta años superpoblado de CEOs y la mar en coche, las inversiones seguramente están volando tan alto como el recientemente fallecido Profesor Jirafales.
Sin embargo, según el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (http://itegaweb.org/) en junio, el Indicador Mensual de la Inversión (IMI) registró una caída de -10,7% anual, volviendo a los niveles de contracción previos, como se ve en el gráfico.
En términos desestacionalizados, la inversión tuvo una caída de 2,1%, revirtiendo el rebote del mes pasado. El segundo trimestre de 2016 cerró con un descenso de la inversión de -9,8% anual profundizándose respecto al primer trimestre. Por ende, el primer semestre de 2016 la inversión cayó -7,4% anual. La caída en la inversión fue explicada principalmente por el descenso en la Construcción (19,6% i.a.) observando un crecimiento casi nulo de Equipo Durable de Producción (0,1% i.a.).
La inversión en Equipo Durable de Producción Nacional (EDPN) exhibió una fuerte contracción de 12,6% anual retomando los niveles de caída del primer trimestre del año. El Equipo Durable de Producción Importado (EDPI) presentó un crecimiento de 8,7% anual. Por segundo mes consecutivo la importación de Equipos de Transporte Industriales evidenció un fuerte crecimiento del orden de 23,5% anual.
O sea, nada por aquí, nada por allá. Hasta lo que hemos visto, el Gobierno de Cambiemos en materia de deterioro social es un bochorno y cuando analizamos las inversiones no hay noticias alentadoras tampoco, salvo que su ausencia nos rememora el gran hit de los años 70 de la súper banda Creedence Clearwater Revival cuando John Fogerty entonaba “Quiero saber, has visto la lluvia alguna vez?”, pregunta que delata el origen californiano del grupo, porque si se tratara de una banda argentina la respuesta sería ¡No!.. no vimos ninguna lluvia de inversiones, y eso sí que es una gran pena, estimados lectores de PERFIL.
*Director de Consultora Equis.