Ahora que las masas árabes decidieron con gran costo de vidas librarse de sus tiranos seculares apoyados en todo momento por las potencias de Occidente, ahora… no puedo dejar de pensar en Miguel del Sel y su candidatura por PRO a gobernador de Santa Fe.
Kadafi fue todo y fue nadie; líder terrorista y pacifista, modernizador de su país, presunto progresista virado al islam y adornado luego con aires de profeta, y ahora es aquel que bombardea a su gente. Miguel del Sel es un señor gracioso que saltó a la fama como miembro del popular trío de humor estólido Los Midachi, y cuyo mejor trabajo resultó su personaje de mujer alocada, divertida y pavota.
En la última mesa del indigesto último programa de Mirtha Legrand, Del Sel admitió que PRO había “indemnizado” al teatro Metropolitan por la suspensión de funciones de su trío, debida al lanzamiento de su campaña política. No es improbable pensar que muchos contribuyentes pagarían por dejar de ver en TV las repeticiones del espectáculo, así como sin duda muchos pagan por asistir a las funciones. Lo extraño es que los presuntos adalides de la nueva política exhiban de manera tan desembozada su creencia de que los candidatos se fabrican y se compran, y que sus lucros cesantes y compromisos personales deben ser reembolsados a modo de compensación por el ingreso a la política. ¿Qué tiene que ver eso con Medio Oriente? Mucho o poco, no sé. Fue durante el menemismo cuando se prohijó la elección de figuras famosas y su conversión en políticos. Cantantes desafinados, deportistas retirados… Quizá en algún momento los habitantes de Santa Fe recuerden que la pericia en la conducción o la simpatía en la representación no son garantía suficiente para el manejo del tema de las inundaciones.