COLUMNISTAS
opinion

La derecha popular

Hasta las PASO, se repitió como verosímil la versión de que Macri terminaría como De la Rúa. Equivocación que no tuvo en cuenta algunas diferencias.

CONTRA-sabado
Matriz de medios y politica desde los 90. Clarín no se dibuja por estar en todos los cuadrantes. | Cedoc Perfil

Para un trabajo académico sobre cómo la subjetividad en periodismo afecta a la política y se ve afectada por ella, estoy entrevistando a las cincuenta principales estrellas y a los conductores de redacciones de la Argentina de los últimos treinta años. Uno de los actores principales del éxito de Radio 10 a fines de los años 90 sostuvo: “Macri está llevando a la práctica la ideología de derecha popular que hizo a Radio 10 líder al final del menemismo. Nosotros les decíamos a los sindicalistas ‘vagos, vayan a trabajar’, y Macri, junto con Vidal, mandan a trabajar a los maestros. Nosotros pedíamos mano dura y Patricia Bullrich más Vidal combaten el delito con determinación. Nosotros promovíamos penalización para los pibes chorros y Esteban Bullrich declara ‘todos los días un metro más de asfalto, una sala más, un pibe más que está preso’. Incluso la música, porque hasta que Radio 10 instaló pasar música en español, todas las demás radios pasaban música en inglés, y Macri terminó bailando música de Gilda con la banda presidencial”.

Qué pasó con las PASO. Hasta los resultados del domingo pasado, se repitió como verosímil la versión de que Macri terminaría como De la Rúa, yéndose en helicóptero. Equivocación que no tuvo en cuenta las diferencias entre la derecha (o centroderecha) popular y la tradicional que De la Rúa simbolizó. Para hacer más fácilmente visible esa representación, el gráfico que acompaña esta columna se divide en cuadrantes: dos de ellos representan la clásica división entre derecha e izquierda, y también, desplazándose horizontalmente, los otros dos de abajo, la división entre popular (y/o mítico) por un lado e intelectual (y/o epistémico) por el otro. En cada cuadrante, un presidente del pasado: Alfonsín en izquierda intelectual, De la Rúa en derecha intelectual, Kirchner en izquierda popular y Menem en derecha popular.

Las audiencias de los medios son gigantes encuestas o focus group que reflejan cambios de tendencia electoral

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El error del helicóptero surge de colocar a Macri en el cuadrante de derecha intelectual (el de De la Rúa) cuando está en el de derecha popular (el de Menem), lo que se clarifica al sumar al gráfico la relación que hay entre subjetividad en los medios de comunicación y su relación con las preferencias políticas, haciendo más visible el verdadero posicionamiento del PRO y explicando por qué Macri se lleva mal con el círculo rojo y es subestimado por las elites clásicas, como lo fue en su época de estudiante en el colegio Cardenal Newman porque era hijo de inmigrantes.

Los deportes son otro ejemplo: el diario La Nación tiene la mejor cobertura de los llamados en su redacción “deportes blancos”, el rugby entre ellos, igual que en el Cardenal Newman, mientras que Macri es futbolero y como dijo un destacado empresario del círculo rojo: “Como es futbolero, le gusta que lo aplauda la tribuna”.

La alianza del PRO con el radicalismo y su tácito antiperonismo, por lo menos funcional, pudo confundir a quienes veían a Macri más cerca de los ideales republicanos de Alfonsín o De la Rúa, e inhibir a los analistas de colocar a Macri en una zona común con Néstor Kirchner y Menem, pero con el paso de los meses esto se hará cada vez más evidente. La primera señal fue nombrar dos jueces de la Corte Suprema por decreto. La más reciente: la votación, el jueves en el Consejo de la Magistratura, enviando a juicio político al juez Eduardo Freiler, calificada como picardía o trampa legal por los medios que simpatizan con el Gobierno pero que si hubiese sido hecha por los kirchneristas se hubiera explicado como un escándalo antidemocrático, demostrando que nos encaminábamos a Venezuela. Festejar el triunfo de Esteban Bullrich en las PASO el domingo a la noche permitiendo que se difundiera internacionalmente que Cristina Kirchner había perdido es otro ejemplo de lo que exageradamente llaman “dictadura de ojos azules”: maneras educadas para el mismo tipo de acciones.

Macri se endeudó como Menem y aumentó el déficit fiscal como Cristina. Lo opuesto a De la Rúa y L. Murphy

Macri no es idealista, muestra ser decisionista y resultadista, como Néstor Kirchner (no así Cristina) y como Menem. Otra señal se percibió en la inconsistencia técnica de su plan económico: Macri fue ortodoxo en materia cambiara pero heterodoxo con el déficit fiscal, el que hasta agrandó, mientras que el disciplinado De la Rúa frente al mismo problema de déficit fiscal, en su caso heredado de Menem y no de Cristina, hizo un ajuste fiscal clásico y perdió las elecciones legislativas. Macri, en cambio, se endeuda igual que Menem.

Mediopolis. En este gráfico que cruza votantes de distintos presidentes y las audiencias de diferentes medios, no se incluye al Grupo Clarín porque su política editorial, al buscar satisfacer a todos los públicos en todas las plataformas, puede ocupar todos los cuadrantes, priorizando proporcionalmente más unos que otros en función del humor social de cada momento. Paralelamente, los medios más representativos de la derecha: la Radio 10 de fines de los 90, y de la izquierda: el diario Página/12, fueron lobotomizados en distintas proporciones durante el kirchnerismo. En el caso de Radio 10, mientras continuó siendo de Hadad tuvo que atemperar su posición de derecha para sobrevivir con publicidad oficial durante el kirchnerismo y pasar a abandonar directamente ese posicionamiento al ser comprada por Cristóbal López.

Para Menem hacía falta una dosis de malicia para gobernar, que De la Rúa carecía y Macri mostró con Freiler y el escrutinio

En el caso de Página/12, mientras la dirigía Lanata, la primera mitad de los años 90, se superponía más con la posición de la revista Noticias, continuada años después por el diario PERFIL, para ir abandonando ideas liberales y aumentando su actual sesgo mítico-popular, profundizado con la llegada del kirchnerismo. El propio Lanata tampoco se mantiene en el cuadrante de cuando dirigía Página/12, subsumido hoy en el gran continente que representan los medios del Grupo Clarín.

El público menos especializado en temas políticos puede registrar más rápido señales analógicas del tipo Boca = popular y quedar menos enredado en definiciones ideológicas que pueden confundir a algunos analistas y al círculo rojo. Los distintos estudios de opinión pública muestran una relación directa entre la mayor proporción de votantes de Macri y los sectores menos politizados.

Pero que los cuadrantes de medios y política resulten últiles para generar otra perspectiva de los corrimientos electorales no debe hacer confundir rating con votos, y siempre hay que tener en cuenta que Ibope mide el rating en el Gran Buenos Aires, donde se concentra un tercio de los habitantes, que no siempre representan a todo el país.