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La inteligencia de las flores

06-11-2021-logo-perfil
. | Cedoc Perfil

“Noviembre de primavera exultante, encuentro y competencia de las flores, las más vívidas y risueñas, las notables. Entre el fucsia y el azul violáceo, zarandeadas por el viento, la Santa Rita conversa con su rival incandescente, el jacarandá, mientras los paseantes las engullen con los ojos, algunos tropezándose con los pétalos esparcidos que asemejan alfombras espontáneas. En las ciudades los ánimos andan flojos de esperanzas, los bolsillos vacíos, las heladeras poco provistas. No resulta fácil contemplar la belleza circundante. Pero los colores tiran, las flores se esfuerzan…”

—Me pregunto si la belleza es nuestra…

—Creo que proviene de la mirada que nos la otorga.

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—Imploro que caminen altivos, entonces, mis copas están cada vez elevadas.

—Haciendo honor a mi nombre, Santa Rita, lo que se da no se quita… Seré bella por vista.

—La belleza es más que una cualidad superflua, es superadora. Cuando me contemplan y consiguen detener sus pasos irresueltos, siento el alivio de los insatisfechos, la calma súbita de los preocupados. Mis pétalos absuelven a los tristes. Me sorprende la emoción que produce mi color indefinido, hasta celeste para que rime. Algunos se detienen como si mis ramas oscuras, pero gratamente aromáticas, los envolviesen repentinamente. Pueden permanecer varios minutos, embobados, absortos.  Sorbiéndome con los ojos, saciados, al rato se marchan distintos. La esencia mundana los despierta, por escasos minutos consiguen la felicidad del momento, el paraíso en la mismísima Tierra.

—Mi efecto es diferente, ataco más de cerca. Soy arbusto trepador, y mi color voltea a cualquiera. En la escala de los vívidos, crezco con ventajas. El fucsia reverbera en el aire, expande su dominio. Y este año, más que nunca, por fin le gano a tus copas tan codiciadas, a los caminos donde te han plantado para garantizar  la sucesión de los lilas… Esta primavera andás más por el asfalto que colmando tus ramas, te has vuelto disperso, tu inflorescencia decayó. Es año ganador de la Santa Rita, exploto en todos los rincones, sin preferencia ni clase. Donde haya sol, advengo, y para todos y todas, me ofrezco. También flor de papel me llaman, y si fuese de verdadero, flor de llamas estaría haciendo…

—Me alegra tu esplendor, y aunque este año no deslumbro tanto, mi gama tenue es más poética, hay quienes viajan para experimentar con los párpados el efecto de mis pétalos. Y cuando dicen “qué increíbles estos jacarandá”, saltan de alegría mis raíces, y la savia guaraní de mi nombre se enaltece. 

“Así árbol y arbusto siguieron conversando; las flores lilas, nostálgicas, cayendo, y las fucsias llameantes, apuntando al sol. Un caminante se detuvo a mirarlas. En sus ojos se fundieron los colores y olvidó sus penurias por un instante. ‘¡Cuánta hermosura!’, pensó. Ellas se callaron, más bellas aún. Como escribió el premio Nobel Maurice Maeterlink, las flores son inteligentes.”