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La retórica de Trump contra el periodismo inspira la de Milei

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Violencia. Los dichos y hechos del presidente norteamericano contra la prensa son replicados aquí. | cedoc

Un reciente artículo publicado en su página por Reporteros Sin Fronteras (RSF) refleja mucho de lo que está pasando entre quien ejerce el poder en la Argentina y el periodismo independiente, crítico, responsable. Apunta a acontecimientos fuera de nuestras fronteras, pero explica mucho de lo que ocurre fronteras adentro. Dice: “Seis meses después del inicio del segundo mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, su administración se ha vuelto cada vez más hostil hacia la prensa, imitando y, a la vez, inspirando a regímenes autoritarios o inmersos en derivas autoritarias de todo el mundo. Reporteros Sin Fronteras (RSF) advierte del peligro de este movimiento transnacional contra la prensa que comparte tácticas más allá de las fronteras y que ha encontrado en el presidente estadounidense uno de sus más poderosos defensores”.

Agrega: “Donald Trump se ha convertido en una figura clave del movimiento político global contra el periodismo que ha contribuido al reciente declive de la libertad de prensa en todo el mundo. Esta tendencia se manifiesta con especial intensidad en Estados Unidos, apenas seis meses después del inicio de su segundo mandato. Los regímenes hostiles a la prensa suelen adoptar tácticas similares entre sí –desde el acoso verbal a periodistas hasta el desmantelamiento de medios independientes–, lo que revela la existencia, implícita o deliberada, de un manual compartido para controlar, intimidar y castigar a la prensa libre”.

En los últimos tiempos, parece que para al señor Javier Milei ha dejado de ser suficiente su grueso diccionario de insultos, diatribas, palabras soeces y caracterizaciones extremas (en negativo) para el periodismo en general y de medios y periodistas en particular. Ahora, de insultar a periodistas pasó a someterlos, o amenazar con someterlos, a acciones punitivas en el ámbito judicial. Dice RSF: “Una de las tácticas predilectas de Donald Trump para contrarrestar cualquier forma de crítica son las demandas judiciales, un sello distintivo de su cruzada contra la prensa. El presidente ha demandado repetidamente a medios por coberturas que no le son favorables, utilizando el sistema judicial como arma para intimidar y desgastar a periodistas y editores. Esta ‘guerra jurídica’, mediante el uso estratégico de leyes y procedimientos legales para anular a un adversario, es una herramienta recurrente entre líderes autoritarios que buscan silenciar a la prensa. Un ejemplo claro es el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien, desde que declaró el estado de emergencia, en marzo de 2022, ha intensificado la represión contra el periodismo independiente, sometiendo a medios y periodistas a onerosos juicios, auditorías fiscales y acoso institucional”.

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No solo Bukele. Milei amenazó o ya puso en marcha acciones parecidas. No es para echarles una mirada superficial: el acoso legal, impositivo, de inteligencia, pone en verdadero riesgo la libertad de expresión en la Argentina.

El artículo de RSF hace referencia concreta a la “retórica abiertamente hostil hacia la prensa” que practica Trump y la emparenta con el gobernante local: “Esta tendencia también es utilizada por el presidente argentino, Javier Milei. En abril de 2025, Milei comenzó a usar públicamente el eslogan ‘No odiamos lo suficiente a los periodistas’. Al igual que Trump, el presidente argentino ha desatado campañas de desprestigio contra periodistas y ha intensificado el acoso en internet contra ellos. En mayo de 2025, Milei presentó denuncias por difamación y calumnias contra tres periodistas en represalia por la cobertura crítica que hicieron sobre su gestión”.

Cuando busquemos dónde se originan la conducta del presidente argentino y su validación por la extrema derecha en el mundo, es conveniente mirar hacia el Norte.