Cito: “La interpretación sicologista de la historia y de la sociedad es una de las constantes del pensamiento de derecha: interpretar los movimientos populares y sus líderes, a quienes se quiere denigrar, a partir de los móviles ocultos, de las pasiones inconfesables”. Y unas líneas más abajo: “En esta equívoca tradición filosófica se basará preferentemente el antiperonismo para interpretar la personalidad de Eva Perón”. Unas páginas después: “De ahí la tendenciosidad de las interpretaciones sicologistas que pretenden interpretar el caso de Eva Perón exclusivamente desde el resentimiento personal. Aún más tarde, se ensayará el mismo tipo de interpretación, en base al resentimiento social, con respecto al Che Guevara, recordando su pertenencia a una familia de alta burguesía venida a menos. El pensamiento de derecha no tiene muchas variantes”. Y un párrafo más, por fin: “Los tabúes sexuales tienen siempre un neto contenido de clase: no por azar la forma de combatir la acción política de Eva Perón se basó preferentemente en la anécdota picante y el chisme sobre su supuesta vida lujuriosa”.
Lectura selecta para la semana en que cayó el 26 de julio. Críticas a la derecha (cuando se le podía decir derecha, sin que se desencajaran). Críticas a esa tendencia que no haría sino expandirse: la de reducir lo político a invectivas personales, preferentemente en clave sexual (según la perturbación del ofensor).
¿El libro? Eva Perón, ¿aventurera o militante?
¿El autor? Juan José Sebreli.