COLUMNISTAS

Lula y su verdadero tríplex

default
default | Cedoc

Seamos petistas o no. Seamos de ultraizquierda o no. Seamos comunistas o no. Todos deberíamos reconocer el paso extraordinario dado por el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en su segundo mandato (2007-2010). Lula sentó las bases para el desarrollo. Sentó las bases de un estado de bienestar social. La derecha se dio cuenta, y por eso le teme. Al final, es una cuestión de números.

La derecha quiere, y lo está consiguiendo, derribar lo que fue el verdadero tríplex de Lula, un tríplex económico y social: en el primer piso, crecimiento con generación de empleo; en el segundo, inclusión social, y en el tercero, distribución de renta. Ese fue el tríplex construido por Lula.
La derecha no aceptó el proyecto de Lula y ahora no acepta su regreso al gobierno –o que sea candidato en 2018. El tríplex económico y social de Lula despertó odio. Odio que viene del alma, odio de clase social, de rico contra pobre.

Los resultados del tríplex fueron extraordinarios. En el primer piso, la economía creció, en promedio, el 4,4% en el período 2007-2010 (recordando que enfrentamos un grave contexto internacional con la crisis de las hipotecas). Se crearon más de 16 millones de empleos.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El segundo piso, el de la inclusión social, también presentó números significativos. Por ejemplo, se construyeron más de una decena de universidades federales. Se contrataron, por concurso, más de 30 mil profesores para la educación superior federal, que duplicó su número de alumnos, que llegaron a un millón.

En el tercer piso, el de la distribución de la renta, hay números muy buenos también, pero no podemos dejar de constatar y denunciar que la desigualdad de renta y riqueza en Brasil aún es muy alta –e inaceptable.

Con Lula en el gobierno vamos a tener un nuevo gobierno. Ahora, el gobierno de los cambios puede comenzar. Será la política la que comande la economía, y no al revés. Si Lula puede colocar su verdadero tríplex de vuelta para poner en marcha la economía y los engranajes de la sociedad, vendrán días mejores.
 
*Profesor del Instituto de Economía de la Universidad Federal de Río de Janeiro.