POLITICA
Un eje clave de las encuestas

Macri se apalanca otra vez en las expectativas a futuro, que están en niveles de 2017

En la previa de las elecciones legislativas, el Gobierno ya se había apoyado más en lo que prometía que en el presente que ofrecía. La dificultad, ahora, es que carga con la crisis de 2018. Dos sondeos ratifican esa suba.

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Limpieza. El Presidente logró mejorar sus chances electorales con la estabilidad del dólar. Esta semana bromeó en un lavadero de vagones. | cedoc

La suba de Mauricio Macri en las encuestas le permitió al Gobierno encarar las elecciones en un clima de mayor tranquilidad. Pero hay un número que están mirando con especial optimismo, el de las expectativas sobre cómo estará la economía el año próximo. Varias de las encuestas que se cerraron en la última semana están mostrando que la mirada optimista sobre el futuro está alcanzando un nivel similar al que había en 2017, en la previa a las legislativas en las que el Gobierno sacó 42% en todo el país.

El interrogante es si ese factor les será suficiente a Macri y compañía para ganar una elección que la mayoría de las encuestas viene anticipando como muy pareja. El resto de las variables, tanto económicas como políticas, siguen por debajo de los valores que mostraban hace dos años. Y, sobre todo, el poder adquisitivo de los votantes llega mucho más deteriorado después de la crisis del año pasado, que recién ahora muestra señales de aflojar.

“Siempre buscábamos generar expectativas sobre nada, pero ahora es distinto”, reconoce uno de los hombres que trabajan activamente en la campaña de Juntos por el Cambio. Por primera vez, el equipo de campaña macrista tiene que buscar instalar la idea de un futuro mejor teniendo a cuestas cuatro años de mandato, incluyendo un 2018 para el olvido.

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Aresco: expectativas similares a las del 2017.

 

La polarización, una vez más, aparece como respuesta a todo. “Detectamos que volvió a crecer el miedo a que vuelvan”, explica el funcionario. No necesita aclarar a quién se refiere. Por eso, la estrategia de campaña gira sobre el contraste con el pasado y así genera la idea de que el mejor futuro no podría llegar con el kirchnerismo.

Hasta hace dos meses, no obstante, el miedo de que una mayoría de argentinos creyera que eso era posible los invadió de dudas. “Habíamos detectado en los focus groups de Jaime (Duran Barba) que había gente que se empezaba a preguntar si Cristina no había cambiado, si no estaba más moderada”, cuenta un funcionario de la Casa Rosada. Eso encendió las alarmas. “Pero la decisión de ponerlo a Alberto Fernández de candidato y ella de vice sepultó esa idea. Como que se leyó que estaba escondiendo algo”, concluye. Hoy asegura que el tracking diario que miran en la Casa de Gobierno les permite ser optimistas.

“Mientras no hay elecciones la gente mira al Gobierno y lo evalúa en función de lo que está haciendo. En procesos electorales, la metodología para evaluar a los actores es la comparativa. Ya no lo evalúa a Macri por lo que hace bien o mal sino por cuál es la alternativa”, ratifica Lucas Romero, de la consultora Synopsis. “La recuperación se está apalancando más en el nivel de rechazo que buena parte del electorado conserva sobre Cristina. La situación económica está mejorando, eso opera, pero no sería lo más determinante”, agrega.

Números. Según el último relevamiento de Synopsis, el 40% de los 2.260 entrevistados respondió que cree que el año próximo la situación del país va a estar mejor. Es el mismo valor que mostraban sus encuestas en agosto de 2017 (en julio era incluso menor).

Para Aresco, los números son similares. El 40,6% tiene una visión favorable de las expectativas económicas a futuro. El promedio de todo 2017 (ver infografía) fue de 40,7%, con un pico de 44,3% en noviembre, después de las elecciones.

“Las expectativas económicas han mejorado en estos dos meses de estabilidad cambiaria casi 10 puntos, lo cual es un incremento importante que asemeja este valor a lo que había en 2017. Es correcto que el Gobierno se entusiasme con este valor, porque le permite llegar con mucha más potencia a la cuestión electoral”, considera Federico Aurelio, director de Aresco. “Hasta hace dos meses, era difícil que la mayoría de los argentinos creyera en el futuro del Gobierno cuando todas las valoraciones pasadas, presentes y futuras eran sumamente negativas”, agrega.

Synopsis: fuerte caída del pesimismo.

 

Sin embargo, Aurelio abre un signo de interrogación cuando asegura que “la situación económica personal, si bien ha mejorado también, ha crecido bastante menos y sigue siendo muy mala: solo el 32% dice estar igual de bien”.

Romero también plantea otro enfoque que enfría el optimismo oficialista. Según sus cálculos, se percibe también un derrumbe en el pesimismo, a niveles aun más bajos que los que se veían en 2017. Y ese cambio se ve sobre todo entre votantes de la oposición. “Hoy lo que ves es que los votantes opositores empiezan a tener algo de optimismo, pero sobre todo ves caída del pesimismo”, explica el consultor. Y resume: “Ahí lo que opera es el proceso electoral: probablemente entre esos votantes esté la percepción de que va a haber un triunfo opositor y que viene un cambio”.

Polarización y expectativas. Con ese combo espera el Gobierno llegar lo más competitivo posible a las elecciones. Polarización y crisis, en cambio, es la lógica que impera en la vereda kirchnerista. En tres domingos se empezará a revelar cuál es la visión mayoritaria en la sociedad.

Oficialistas

 

El Futuro

Tanto el oficialismo como el kirchnerismo están haciendo campaña intentando instalar la idea de que pueden ofrecer el mejor futuro posible a la sociedad. Los dos cargan con un pasado pesado a cuestas. La estabilidad económica, con dólar calmo e inflación en paulatino retroceso, generó un cambio en el humor social y un aumento de la imagen del oficialismo.

Pero sobre todo, en el Gobierno se entusiasman con la mejora en las expectativas a futuro que muestran las encuestas, que ya están en niveles similares a los del proceso electoral de 2017.

Opositores

El interrogante es si con esa mejora será suficiente para Mauricio Macri o si habrá una mayoría que no le perdonará los efectos de la crisis económica.