En tiempos electorales, las encuestas se enfocan en la intención de voto de cada candidato, pero en todas hay un factor central a la hora de analizarlas, que muchas veces pasa desapercibido: el porcentaje de indecisos entre los consultados y la proyección que cada encuestador hace sobre ellos. La cantidad de personas que aún no saben a quién votar suele ser alta antes de que comience la campaña, y se reducen a medida que se acercan las urnas. El segmento "indefinidos" abarca a los que no saben a quién elegir, pero también en ese grupo se incluyen también quienes no quieren anticipar su voto, y que, desencantados por las opciones, no se ven representados en ninguno de los candidatos que se postulan.
En estas elecciones 2019, además, los indecisos serán un factor central a la hora del escrutinio. Los sondeos recientes muestran que las diferencias entre las dos principales fuerzas opositoras —Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto contra Alberto Fernández-Cristina Fernández— se acortan y que la polarización entre ambas fórmulas se acentúa ante un escenario de posible balotaje. Incluso algunas encuestas, como la última de Opinaia, calcula con su proyección de indecisos que ambos precandidatos quedarían en una paridad 50/50 en caso de enfrentarse el 24 de noviembre.
- ¿Quiénes son los indecisos?
Algunos votan por preferencia, otros por oposición "para que no gane Macri-Pichetto, o Fernández-Fernández", otros tienen mala imagen de ambas fuerzas y hay quienes votaron a Cambiemos —ahora Juntos por el Cambio— que están "desencantados" por su gestión y son a quienes el oficialismo busca reconquistar por cuatro años más.
Valentín Nabel, CEO y Director de Opinaia, y Guido Moscoso, politólogo y gerente de Opinión Pública de la consultora, explicaron a PERFIL que, de acuerdo a sus observaciones el escenario muestra que “un gran porcentaje de los indecisos son votantes de Cambiemos en 2015 y/o 2017 que están un poco desencantados, pero que es muy probable que vuelvan a Cambiemos”.
Algunos puntos a tener en cuenta a la hora de leer una encuesta:
Para Nabel, además, en general los indecisos tienen "muy mala imagen tanto de Macri como de Cristina". En su opinión, el gran desafío que también incluye a los indecisos en estas elecciones es la disputa en la provincia de Buenos Aires entre María Eugenia Vidal y Axel Kicillof. La clave será si CFK impone su arrastre, sobre todo en la tercera sección electoral (sur del conurbano), o si Mariu tracciona hacia el corte de boleta a pesar de la mala imagen de Macri en el distrito. En la provincia no hay segunda vuelta, pero el resultado es clave para la nacional en esa instancia: si gana Vidal —analiza Nabel— el oficialismo llega al balotaje con un impulso importante; si no, van muy derrotados. "En un balotaje jugado como el que estamos viendo que puede ser, eso puede ser decisivo", anticipa.
Lucas Romero, politólogo y director de Synopsis Consultores, analiza que el Frente de Todos tiene en sus votantes "un nivel de intensidad política mayor que los simpatizantes de otros espacios". "Eso es una complicación para las investigaciones y sobre todo para el tema indecisos”. En un estudio que hicieron en la consultora respecto a este tema, en base a la pregunta “¿Qué tan importante es la política para usted?" entre la escala de los “más intensos" Cristina "arrasaba", y en los "menos intensos", "le iba mejor a Cambiemos", resume Romero, sobre el “núcleo duro” de votantes de la senadora de Unidad Ciudadana al que suelen referirse los analistas.
En ese punto coincide Moscoso: quienes votan al oficialismo se definen más por la "antagonía" a diferencia de los votantes del kirchnerismo "que defienden un grueso de políticas que los definen". Por eso, los indefinidos podrían decidirse en apoyar al Gobierno por un segundo mandato e impedir que vuelva el gobierno anterior. De ese porcentaje, son muchos quienes lo tienen decidido, pero no lo quieren decir. "Es un escenario muy politizado y polarizado, y eso fomenta la dificultad para que muchos manifiesten una decisión", interpretan.
Hay indecisos a los que nadie llega, porque hay gente que no responde encuestas de ninguna forma, pero eso no anula la capacidad predictiva de las investigaciones
- ¿Cómo se proyectan?
Los cálculos son varios, y cada consultor de acuerdo a su conocimiento y experiencia determina cuál es el más viable para cada estudio. Lo más sencillo puede ser hacer una proyección lineal. En un escenario con un 15% de indecisos, por ejemplo, presuponer que ese 15% va a votar en la misma proporción que el 85% que sí está decidido. Se reparte a los decididos como si fueran el 100%, entre el resto de los candidatos. "El presupuesto de esto, que suele ser erróneo, es creer que los indecisos son iguales a quienes ya decidieron, y no lo son. Por eso es riesgoso", detallan desde Opinaia, donde manejan esos porcentajes en las últimas mediciones.
La segunda opción es proyectar a los indecisos de acuerdo a las respuestas frente a otras preguntas, como qué imagen tienen de Mauricio Macri o Cristina Kirchner, cómo ven la gestión, qué balance hacen de la economía. En ese caso, se proyecta en función de respuestas a preguntas como "¿Quién te genera más rechazo?". "Es una forma de descartar a quién no va a votar", amplía Valentín Nabel. La pregunta "¿Si gana Fernández-Fernández crees que tu familia/situación va a estar mejor?", es otro de los disparadores con ese fin. "En el tramo final, los indecisos se definen no tanto por lo ideológico, sino por lo práctico", señala el CEO a este medio.
En ese sentido, el especialista cree que la gente tiende a "esconderse" en las valoraciones intermedias, por lo cual cobra importancia la repregunta: si un encuestado responde que la gestión de Macri es “regular”, se reitera: "¿Más positiva o más negativa?", lo que puede dar un indicio más de su voto a futuro.
Desde Opinaia destacan además otra opción para proyectarlos, que toma un modelo estadístico con las probabilidades de voto de los indecisos, en base a todas las preguntas de un cuestionario. "¿Te parece bien haber ido al Fondo Monetario Internacional?" y “¿Estás de acuerdo con que hay que achicar el Estado?" son algunos ejemplos de preguntas de opinión. Juzgan además valoraciones de gestión, seguridad, y voto anterior: se analiza estadísticamente, y determina cuán probable es que un indeciso vote a cada candidato. "Son modelos estadísticos complejos", aclara Nabel.
Cómo se hacen y cuánto cuestan las encuestas que influencian las elecciones
Para Celia Kleiman, socióloga y directora de CK Consultores, gran parte del cálculo de los indecisos es responsabilidad de la experiencia del consultor a cargo del relevamiento. "Es ‘muñeca’ del consultor y cada uno tiene su método para proyectarlos. Algunos lo hacen teniendo en cuenta lo que dicen los definidos, y asumen que se van a comportar y distribuir igual", asegura Kleiman. "Se puede proyectar de acuerdo a cómo votaron en la elección anterior, aunque eso se sabe que puede modificarse. Es muy subjetivo, y por algo están indefinidos, porque no piensan igual que los que sí lo están", señala.
Kleiman agrega que "no hay un método científico comprobado" que diga que hay que proyectar de cierta forma, e insiste en la importancia la trayectoria de los consultores para cruzar los datos obtenidos y analizarlos de forma adecuada. "Se hace en base a experiencia recogida a lo largo del tiempo", asegura.
El director de Synopsis considera que sí se puede tener un parámetro de comparación con procesos electorales anteriores, y establecer una comparación de qué cantidad de indecisos hay hasta el momento. "A algunas metodologías les cuesta más enganchar a los ‘apolíticos’ que a otras. Es importante ver qué tan homogéneos son los grupos que quedan fuera de la medición y no responden, ver cuánto ‘te desvía’ eso de la población que sí incluís en la muestra", resalta.
Sin embargo, aclara que "el indeciso es un perfil en extinción", que comienza a desaparecer a medida que nos acercamos más a la elección, lo que ya comienza a verse en la realidad argentina. "Hay indecisos a los que nadie llega, porque hay gente que no responde encuestas de ninguna forma, pero eso no anula la capacidad predictiva de las investigaciones. Cuando se acercan las elecciones, además, crece la predisposición para responder encuestas", concluye.
A.G./F.F.