El Observatorio de Comercio Exterior, Producción y Empleo (CEPE), dependiente de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), afirma que frente al escenario económico derivado de la corrida cambiaria y el acuerdo con el FMI, las perspectivas para la actividad y el mercado de trabajo empeoraron sensiblemente.
En su 8° informe de situación, el CEPE analiza el impacto del nuevo panorama en la construcción, el comercio y la actividad industrial. Construcción y comercio fueron las
principales creadoras del empleo durante 2017 (el 70% del total), y representaron el 7,1% y el 32,1% del empleo total registrado privado, respectivamente. El relevamiento realizado establece que 1 de cada 4 empresas de la construcción cree que va a reducir personal.
Vuelve a observarse un ciclo de destrucción y precarización de empleo y, una vez más habrá que transitar un segundo semestre que no permitirá ver la luz al final del túnel.
La aceleración inflacionaria y el ajuste fiscal anticipan un deterioro en la situación de los trabajadores en lo que resta del año, confirmando
datos que ya hace tiempo preanunciaban que inexorablemente se avanzaba hacia una crisis de proporciones.
En el rubro “construcción”, que venía siendo uno de los motores del empleo, explicando el 49% de los puestos de trabajo formales privados creados en 2017, las expectativas
empeoraron en los primeros meses. Previo a la “volatilidad” de abril/mayo probablemente se observe una caída en el nivel de ocupación. Hace un año, el 29% de las empresas esperaba aumentar el personal y un 6% disminuirlo. En abril de 2018, se revirtió: 24% espera bajas, y solo 9%, subas.
En cuanto a “industria”, el sector continuó destruyendo empleo a comienzos de 2018, aunque a un menor ritmo que meses previos.
Como consecuencia de la contracción económica de los próximos trimestres, se profundizará la tendencia negativa, tal como indica la reversión de las expectativas de creación de empleo del sector privado.
Finalmente, “comercio y afines” acompañaron el ritmo de la economía. Resultaron de gran importancia en 2017, absorbiendo el 23,8% del total de los nuevos empleos. Se prevé que la caída del salario real y del consumo implicaría una reducción del personal del sector en 2018.
La coordinadora del observatorio, Paula Español, señala que en los meses previos a la corrida cambiaria el empleo comenzaba a mostrar señales de estancamiento. La aceleración de la inflación, la caída de actividad y el ajuste fiscal que trae aparejado el acuerdo con el FMI profundizarán esta tendencia en el mercado laboral, con pérdida de puestos de trabajo y precarización aun mayor del empleo. Esto se observará tanto en sectores que traccionaron cierta recuperación en 2017 –construcción y comercio– como en aquellos que no dejaron de destruir empleo, como el sector industrial.
El CEPE busca ofrecer un nuevo instrumento para analizar la realidad económica actual y futura como lo vienen haciendo el Índice Estadístico de los Trabajadores (IET), el Observatorio de Tarifas (OTA) y el de Deuda Externa (ODE), todos impulsados desde la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), la primera casa de altos estudios nacida por iniciativa e impulso de una organización gremial de trabajadores.
*Secretario general Suterh.