COLUMNISTAS
PERONIsMO DISIDENTE

Mapa complejo, sin líderes incuestionables

En Portugal suelen diferenciar a los ricos. Están los que son ricos desde antes del 25 de octubre de 1974 –día de la Revolución de los Claveles– o los que son ricos después del 25 de octubre. En la Argentina, con similares parámetros, podría diferenciarse a los “peronistas disidentes”.

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En Portugal suelen diferenciar a los ricos. Están los que son ricos desde antes del 25 de octubre de 1974 –día de la Revolución de los Claveles– o los que son ricos después del 25 de octubre. En la Argentina, con similares parámetros, podría diferenciarse a los “peronistas disidentes”. Los que son antikirchneristas desde antes de la crisis del campo o los que se hicieron antikirchneristas después de la crisis del campo. Separados, ambos, de la estampida de los antikirchneristas de los 44 minutos del segundo tiempo. Los que despegan. A destiempo y contrapierna. Pronto no va a quedar ningún colaboracionista del kirchnerismo.
Dentro de la complejidad teórica de la temática, los peronistas le incorporan la propia dispersión natural. Consecuencias de la falta de liderazgos incuestionables. Los peronistas disidentes (de Kirchner) prefieren autodenominarse “federales”. Conformaron la fotografía de la “mesa” dirigencial. En una sala del Senado, durante el Día de la Militancia. El 17 de noviembre. 37 años después del regreso del general Perón. Para protegerse bajo el paraguas de Rucci y alojarse en la casa de Gaspar Campos.
En la fotografía lucen los Rodríguez Saá. Adolfo y Alberto, senador y gobernador del Estado Libre Asociado de San Luis. Irrebatibles antikirchneristas por excelencia. Desde antes del “campo” y su conflicto. Los Rodríguez Saá son los exclusivos disidentes naturales que mantienen el estricto control del territorio. El resto de los miembros de “la mesa” perdió los territorios por motivos atribuibles, siempre, a la maldad de la caja de Kirchner. Detallar las derrotas deriva en un acto de innecesaria crueldad. Cuando pueden, o sea siempre, los puntanos subrayan la diferencia sustancial. Nunca está a la misma altura un dirigente con peso territorial que aquel que lo perdió. Un filósofo positivista, apodado Blanco y Jarra, sostiene, con lúcido acierto, que los Rodríguez Saá “alambraron la provincia”. Pero “con tanta eficiencia, que no pueden salir”.
Dos modelos perfectos de antikirchneristas post campo son Carlos Reutemann, senador por Santa Fe, y Felipe Solá, diputado por Buenos Aires. Ambos gobernaron sus provincias. Reutemann, eternamente vacilante candidato a la presidencia, esta vez, “sí o sí”, en marzo de 2010, “se larga”. Lo aseguró Daniel Germano, su hombre de confianza, en Rosario. Solá amaga con encarar por la presidencia. Para mojar, aunque sea, la medialuna de la vice. Otro antikirchnerista post campo es Busti, que fuera gobernador de Entre Ríos. En la búsqueda paciente del lugar, Busti suele situarse a la izquierda de los miembros de “la mesa”. Faena que no requiere, cabe consignarlo, un gran esfuerzo. Ramón Puerta, último miembro de “la mesa”, fue presidente por tres días. Entre las alucinaciones de 2001. Diputado por Misiones, Puerta es el Karpov argentino. Capacitado para jugar en diez tableros simultáneos. Asegura, con contagiosa convicción, no tener ni “cinco minutos de kirchnerista”. Es –acaso– cierto. Ocurre que Kirchner decidió vaciar a Puerta con una gigantesca perversidad. Como pugnó por desalojar a Romero. O como vació personalmente a Eduardo Duhalde. Les arrebató el territorio.
La fotografía de la disidencia debería ser complementada por los ausentes. Figuras diferenciadoras. Primero Carlos Menem, que se convierte en un problema. Senador por La Rioja. Presidente durante más de diez años. Toleran más a Menem, cabe aclararlo, desde la ausencia. Resulta incómoda la presencia de Menem cuando hay periodistas en la cercanía. Los fatales reporteros gráficos. Pero a los Kirchner, en la coyuntura, hay alguien que les preocupa infinitamente más que Duhalde. Y el conglomerado completo de autovalorados “federales”. Es Carlos Verna. Senador por La Pampa y jefe político. No es oficialista ni disidente. Es el titular del bloque desempatador.

*Extraío de jorgeasisdigital.com.