COLUMNISTAS
Reacción

Milei y sus nuevas Tablas

20230210_milei_hebreo_instagram_g
Hebreo. Texto que el Presidente posteó sobre la ley ómnibus. | instagram

El miércoles 7 de enero, desde Israel, al ver que su ley ómnibus no recibía la aprobación sin vueltas en el Congreso, el presidente Milei posteó un texto en hebreo que, traducido según la versión de Reina Valera, dice así:

“Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte”.

“Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel”.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

“Se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntense conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví”.

Son los versículos 20, 21 y 26 del Antiguo Testamento, que relatan la ira de Moisés cuando, al bajar del Monte Sinaí con las Tablas de la Ley recibidas de Dios, se encuentra con que su pueblo adora a un becerro de oro que había erigido, con la anuencia de su hermano Aarón, como nuevo dios. Antes de esta escena posteada por Milei, la Biblia cuenta cómo, mientras estaban ahí arriba, Dios le dijo a Moisés que el pueblo se había corrompido y le había pedido –Él a su profeta– que le dejara que “se encienda mi ira en ellos y los consuma y de ti haga una nación grande”. Moisés lo calma y lo frena por el momento y “Dios se arrepiente del mal que dijo que iba a hacer a su pueblo” (versículos 7/14). Pero al bajar con las Sagradas Tablas y ver al pueblo adorando al ídolo, Moisés las rompe, muele el becerro,  mezcla el polvo en el agua, lo da a beber al pueblo, llama a quienes estén a favor de Jehová y quienes acuden son los de la tribu de Leví.

Milei
Javier Milei. Foto: AFP

Los comentarios a este posteo fueron diversos: desde Maslatón, que realizó un paralelismo entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo y afirmó que había aquí una amenaza contra la democracia y contra la constitución, hasta Milman, que hipotetizó que el becerro de oro es el impuesto PAIS, pasando por Kovadloff, que interpretó la construcción del becerro de oro como la impaciencia del pueblo para soportar los “sacrificios” necesarios para el establecimiento de la reinscripción del país en una realidad “sana” desde el punto de vista económico e institucional.

Lo que Milei evitó poner en su posteo y sus comentaristas, por ignorancia o por conveniencia, también callaron, es cómo continuó esta historia. Porque acto seguido Moisés ordena a quienes acudieron a su llamado a degollar a quienes no lo hicieron, al pueblo que lo traicionó con otros dioses, con otras creencias. “Y él les dijo: ‘Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo, pasad y volved de puerta a puerta por el campamento y matad cada uno a su hermano y a su amigo y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres” (versículos 27 y 28)

(Pequeño paréntesis: 3.000 hombres de hace unos 3.300 años ¿cuántos serían hoy? ¿30  millones o más?)

Acto seguido, Moisés consagra a los asesinos de sus hermanos, amigos y parientes, como está escrito: “Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno de ustedes se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros” (versículo 29).

Pequeña observación final: la tribu de Leví, quienes acudieron, según el texto bíblico, al llamado del líder a exterminar a quienes no seguían su voluntad, formaban, con los kohanim o sacerdotes, un grupo distinto y especial dentro del pueblo, con privilegios especiales. Estaban exentos de muchas responsabilidades cívicas y las ofrendas y los diezmos del pueblo los mantenían. Es lo que Javier Milei llamaba, antes de ser presidente, “la casta”.

*Filósofa, poeta y ensayista.